El título de Awaceb nos permite conocer la cultura y el folclore de esta tierra
Los videojuegos nos permiten, en muchas ocasiones, explorar mundos nuevos llenos de belleza, a veces son mundos de fantasía y otras son mundos inspirados en regiones reales. GTA V nos transporta a Vinewood que es la versión de Rockstar de Hollywood; Assassins Creed Valhalla se inspira en varias regiones de Noruega e Inglaterra 793 y el juego del que vamos a hablar hoy, Tchia, nos transporta a una región inspirada en Nueva Caledonia.
Nueva Caledonia es una región oceánica formada por un archipiélago, es un territorio francés que incluye docenas de islas en el Pacífico Sur. Con este título, el estudio desarrollador, Awaceb, ha querido mostrar al mundo la belleza de esta tierra en la que muchos de ellos se han criado.
En Tchia descubriremos la cultura de la población de Nueva Caledonia, nos mostrarán de una manera gráfica, interactiva y agradable su cultura, su folclore y sus costumbres, además de dar a conocer puntos de interés en el mapa que podremos explorar de forma libre.
La historia del juego no es nada que no hayamos visto con anterioridad. Una niña vive tranquila junto a su padre en una isla de una región inspirada en el territorio de Nueva Caledonia. Un amigo de su padre acude a visitarlos, pero, desafortunadamente, es seguido por una visita menos agradable. Esta persona rapta al padre de nuestra protagonista, por lo que se propone rescatarlo. Esta premisa, semejante incluso a la de Fallout 3, no hace justicia a la belleza del juego.
Durante la primera mitad del título el juego es sencillo, te invita principalmente a explorar el mapa descubriendo coleccionables y explorando las pequeñas aldeas que se encuentran repartidas por las islas, pero a medida que avanzamos se torna ligeramente más oscura, algo que supongo se debe al folclore típico de la región.
La jugabilidad bebe mucho de títulos como “The Legend of Zelda: Breath of the Wild”. Nuestra protagonista puede escalar cualquier superficie limitada tan solo por su capacidad de aguante, la cual podrá incrementar descubriendo frutos por el mapa. Además, Tchia cuenta también con un planeador que le regala su padre por su cumpleaños antes de ser raptado, herramienta que nos permitirá movernos rápidamente por el mapa. Como diferencia, el poder de Tchia, que nos permite “tomar prestado” el cuerpo de los animales y objetos que nos rodean, palomas, delfines o incluso bicicletas. Otra diferencia en cuanto a la jugabilidad es que Tchia no dispone de un modo de combate, en ocasiones tendremos que luchar contra unos enemigos hechos con tiras de papel los cuales deberemos derrotar arrojándoles linternas o bidones de gasolina para que ardan.
En resumen, Tchia es un gran juego que nos permite conocer la cultura de una región no tan conocida, dejándonos explorar de forma libre un nuevo mundo desconocido para muchos de nosotros. Es una obra creada con cariño por un pequeño equipo que busca transmitir el amor por su tierra. Como punto a favor, la musicalidad del juego, en Tchia disponemos de un ukelele con el que podremos improvisar música de manera sencilla, además de aprender canciones que nos aportarán habilidades útiles para explorar el mundo que nos rodea, como una pompa para respirar bajo el agua.
