TELEVISIÓN

El trágico final de la boda roja en Shameless

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photo_camera La dulce Fiona.

Poliamos, bodorrio, adicciones, sentimientos y confesiones.

Boda roja. Juego de Tronos, episodio nueve de la tercera temporada. Ese, inolvidable y sangriento, que se llamó "boda roja" y supuso el trágico final de muchos Stark. ¿Lo recordáis? Seguro que sí. Tan potente que metafóricamente se ha repetido con el final de la sexta temporada de Shameless. 

Lo que parecía que iba a ser un cierre de temporada íntimo y dulce, con Fiona subiendo al altar para unirse en sagrado matrimonio con su príncipe encantador -con vestido blanco, antaño símbolo de pureza, incluido-terminó siendo una masacre. La insistencia de la familia Gallagher en prescindir de su miserable patriarca, no fue más que un acercamiento  a su propia miseria. Frank, ofendido por no estar invitado a compartir ese día tan especial con su "pequeña" intentó con todas sus ganas  acabar con ello.

Incluso contrató a un asesino a sueldo para acabar con su yerno,  sin éxito. Pero el que la sigue la consigue, y convirtió el bodorrio en una verdadera boda sangrienta. Destripando los vicios y defectos de todos sus hijos, destapando su miseria y la de todos sus asistentes. Para qué queremos un río de sangre si tenemos a Frank para darnos un magnífico cierre de temporada que nos augura lo mejor y lo peor para la octava entrega de la serie. Los Gallagher más Gallagher que nunca.  

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