El mes de abril se ha convertido en uno de los puntos álgidos en el calendario de los grandes concursos de vinos y los primeros días de mayo suelen darse a conocer los ganadores en la mayoría de ellos. Tal vez esa saturación diluya la importancia de esos premios, algo que no sucedería si su secuencia fuese más espaciada. Independientemente de los premios logrados por los vinos gallegos en las dos citas españolas más importantes del mes de abril, las medallas Vinespaña de la Federación Española de Enólogos y los Bacchus de la Unión Española de Catadores, de los que ya hicimos alguna referencia la semana pasada, hoy ponemos el acento en uno de los concursos internacionales más relevantes: el Sakura Wine Awards, cuyas evaluaciones se desarrollaron en Tokio y Osaka por 430 catadoras, todas ellas profesionales del sector vitivinícola japonés. El papel de la mujer en la difusión de la cultura del vino en Japón es muy importante y se refleja en este concurso en el que fueron catados más de 4.600 vinos de 25 países.
Siete vinos gallegos lograron medalla en este concurso. Maruxa Mencía de la bodega Virgen del Galir (Valdeorras) fue el único tinto gallego con una medalla de oro y Viña Costeira 2020 el único Ribeiro que regresó con una medalla de oro.
Costeira 2020 se ha convertido en una cosecha reincidente en premios: logró medalla de oro en Mundus Vini en 2021 y diploma en los IWC y ahora se estrena en su primera participación en el concurso japonés con una medalla de oro. La bodega sigue apostando por esa añada que se mantiene con unas cualidades extraordinarias en 2022 y, si para entonces quedan botellas, todavía dará mucho que hablar en 2023.
Ya en el primero de los concursos internacionales relevantes de 2022, Mundus Vini, este mismo vino había logrado una medalla de plata por su añada de 2021, certamen del que la cooperativa del Ribeiro había regresado con una medalla de oro para Meu Treixadura y otra de plata por su Tamborá Godello. En los Bacchus, Amadeus logró una medalla de oro y Codos de Larouco Godello, de su bodega en Valdeorras, una medalla de plata.
VIÑA COSTEIRA
6,50 €
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Se podría decir que es el paradigma del vino del Ribeiro. Ensambla prácticamente todas las variedades autóctonas de uvas recogidas en todos los valles de esta región vinícola, con un claro predominio de la Treixadura, que es la mayoritaria. Quienes hayan seguido la evolución de este vino en las últimas tres décadas comprenderán la razón por la que es tan premiado.
AMADEUS
15 €
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Elaborado con uvas procedentes de parcelas seleccionadas dentro de la finca San Cibrao, por lo que a pesar de ser un monovarietal de Treixadura su perfil aromático y gustativo está repleto de matices. Tras la fermentación es sometido a una crianza en el mismo depósito con sus lías finas durante varios meses lo que le aporta más untuosidad, intensidad y longevidad .
MEU TREIXADURA
8,50 €
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Se estrenó en 2020 con una medalla de oro en Mundus Vini y ha vuelto a lograrla en la cata de primavera de 2022. Monovarietal de Treixadura, a diferencia de Amadeus, que lo es de una sola finca, Meu ensambla uvas de todos los valles del Ribeiro, cargándose así de los matices que aportan diferentes soleamientos, altitudes y suelos. Ligera crianza con sus lías.
TAMBORÁ
11,50 €
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Semanas antes de salir al mercado por primera vez, en 2019 ya había ganado su primera medalla, un bacchus de oro. Desde entonces no ha dejado de triunfar en los concursos. Monovarietal de Godello muestra una singular expresividad de esta uva, la que aporta el clima y la tierra del Ribeiro, dándole un plus de frescura que encaja a las mil maravillas con su carácter goloso.
