Con la colaboración del AD Bosco, el FF Rosalía compite con categoría benjamín con el objetivo de feminizar el fútbol
En Ourense hay una pequeña resistencia que impide pensar que el fútbol es un deporte de hombres. El fútbol sala femenino dinamita ese pensamiento y la UD Ourense, el Rúa y el Fútbol Femenino Rosalía conciencian a la provincia de que ellas también pueden.
La figura de Rosalía de Castro es el mejor ejemplo para explicar la reivindicación del fútbol femenino. En "La hija del mar", la escritora gallega refleja la realidad de la mujer en la sociedad. Rescatando una frase de ese libro "¡Mi hija entre hombres!", el FF Rosalía quiere derrumbar los muros psicológicos en los que los niños mandan sobre el césped.
Iván Alonso, ex entrenador del Ribeiro y actualmente en la base del Lugo, fue el que inició todo. Alba Rodríguez, responsable del equipo, explica la génesis: "Iván tenía una niña en el equipo y quería que jugase. En el Pabellón, no tenía demasiadas oportunidades y decidimos crear el equipo".
El AD Bosco fue la base que impulsó el proyecto: "No podemos estar más contentas, nos apoyan en todo". Alba Rodríguez habla en plural porque Candela Soria y Paula Pereiro son el soporte de un equipo que aprende día a día. Las entrenadoras, también jugadoras, entiende y comprenden a veces la impotencia de las jugadoras.
El equipo benjamín del FF Rosalía compite en la liga con los niños. "Perdemos muchos partidos, pero vamos mejorando poco a poco. Les ponemos objetivos pequeños con el fin de que los vayan cumpliendo".
Hace dos semanas marcaron el primer gol del equipo. Fue Silvia de penalti. Tras marcar, corrieron todas a abrazarse a tirarse al suelo. "Bueno, era el 10-1. Pero para ellas y para nosotras fue una alegría grande", dice riendo Alba Rodríguez.
Rosalía de Castro hacía de la prosa y la poesía su arma para reivindicar el papel de la mujer en la sociedad. El FF Rosalía, con la colaboración de AD Bosco, utiliza el balón como elemento de feminización de un deporte que pierde estereotipos pasados. Nadie dijo que los inicios fueran fáciles. Que se lo digan a Rosalía.
