El subcampeón del mundo dominó la prueba estrella de una jornada con cinco carreras y más de 100 caballos en un competición de enorme nivel
El Raid de Antela no necesita presentación después de 42 ediciones. Empezó como el sueño de unos aficionados y se ha consolidado como referencia de este deporte.
"Ahora mismo ya está en consideración para todos los niveles en el circuito europeo. No paramos de recibir elogios y cada vez vienen jinetes y caballos de más nivel", aseguraba Fernando Carrillo tras un fin de semana con casi 200 binomios en una competición patrocinada por la Diputación y por Aceites Abril.
La jornada no tuvo desperdicio. Empezando por la prueba estrella. La CEI 2 estrellas de 120 kilómetros confirmó el nivel de exigencia que tiene ahora Antela. Solo dos binomios pudieron completar la carrera. "El calor y la humedad fueron tremendos. Problemas metabólicos, cojeras... fue muy duro", dice Carrillo.
Álex Luque partía como favorito y lo confirmó. Montando a Calandria, voló a una media de más de 23 kilómetros por hora y empleó un tiempo de 5h.32:57. El subcampeón del mundo aprovechó la prueba ourensana para exprimir a su yegua y probarla de cara al próximo europeo de Bruselas, en el mes de agosto. La amazona vasca pero nacionalizada jordana, Maite Malgosa fue segunda montando a Jornadia, pero a casi 90 minutos del ganador.
Gallego y Copa Diputación
El CEI 1 estrella, sobre 80 kilómetros, sirvió como campeonato gallego. La victoria y el título autonómico fue para la lucense Rocío Díaz con un tiempo de 3h.53:00.
La jornada la completaban tres carreras regionales, empezando por la Copa Diputación, que se disputó sobre una distancia de 60 kilómetros. La ganadora fue la alaricana Sara Piñeiro. Montaba a Platón y su tiempo, 4h.14:32.
La prueba de 40 kilómetros la ganó Óscar García y la de 20, tuvo como dominadores a un grupo de ocho jinetes de la Guardia Civil entre los que el más destacado fue Francisco Ruiz González.
Fueron los nombres propios de un Raid con binomios de hasta ocho países y tres continentes distintos. Una cita que convierte a A Limia en referente de la hípica, aunque algún furtivo intente torpedearla arrancando las marcas de cal y las cintas que deben seguir los participantes.
