El ourensano Julio Rodríguez fue seleccionado para una concentración en Béjar con los mejores infantiles de España
El boxeo en el gimnasio Olimpo´s es una herencia. Manu Míguez fue una referencia del deporte en su generación y ahora Manu Míguez Jr. quiere seguir y superar la figura de su padre.
Con la misma transmisión, de padre a hijo, Julio Rodríguez se puso unos guantes y empezó a subirse al ring: "Empecé en boxeo porque mi padre hacía lucha grecorromana y también boxeo. Entonces a mí me gustaba y me inicié de esa forma".
Julio Rodríguez descuelga el teléfono para contestar con una sonrisa especial. Acaba de llegar de una concentración con la selección española en Béjar (Salamanca). Los mejores púgiles se citaron en la ciudad salmantina para hacer una serie de jornadas de tecnificación. "Nos fuimos el jueves y estuvimos hasta el domingo", relata el ourensano.
Durante los cuatro días hicieron diversos ejercicios como la comba, manoplas y escuchar los consejos de los entrenadores para mejorar ciertos aspectos de su boxeo.
Julio Rodríguez recuerda cuando le dijeron que estaba seleccionado: "Pues me sentí muy bien, la verdad. No me lo creía y fue una alegría muy grande.
Además, que me llamen quiere decir que estoy haciendo bien las cosas. Porque a la concentración va gente que tiene condiciones y así poder seguir mejorando".
Tiene 14 años pero su cabeza ya ha vivido experiencias suficientes como para hablar de forma madura. No tiene pelos en la lengua para describir a su hermana. Ella, María, también practica boxeo: "Mi hermana es muy buena. Todavía es pequeña, pero tiene unas condiciones para poder ser muy buena".
Aunque es el hermano mayor confiesa que "mi hermana se sabe defender muy bien, no necesita mi ayuda". Su condición de superior, parece indicar que en los combates familiares entre hermanos siempre gana, pero no es así. "Nunca nos solemos pegar en serio. En casa muchas veces practicamos pero no nos hacemos daño. Además, también cuando estamos en el gimnasio nos damos pero sin hacernos daño", describe el púgil ourensano.
El próximo mes de octubre habrá otra concentración de la selección española en Vigo y Julio Rodríguez trabajará para poder volver a ser seleccionado: "Estaría muy bien volver. Esperemos que sí".
Antes de colgar, quiere hacer una reivindicación. Un alegato final para completar unas líneas con pinceladas de emoción y de agradecimiento: "Quiero dar las gracias a mi madre, a mi padre y a mi hermana por apoyarme tanto y darme tantas fuerzas. También a Manu Míguez y a mi entrenador Manu Míguez Jr., que son los mejores y son mi familia deportiva". Chapeau Julio.
Su hermana sigue su estela
La pequeña María sigue los pasos de su hermano. Julio la define como una deportista con mucho potencial y talento. Aunque se ríe cuando recuerda los pequeños piques en casa o en el gimnasio. "No, nos pegamos ni nos peleamos, nos queremos mucho", dice sonriendo.
Una afición de toda la familia
El púgil ourensano Julio Rodríguez es la imagen del boxeo de la familia. Sin embargo, su padre fue el culpable de la afición del joven boxeador ya que compitió y realizaba lucha grecorromana. De ahí, Julio pasó al boxeo porque "le apasiona y me gusta mucho".
