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Ourense ya tiene a su Robin Hood

Bmd
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Lee Ramsdale, natural de Nottingham como el héroe inglés, logró el título gallego en arco recurvo defendiendo al Lumelar

Lee Ramsdale, a sus 45 años,  tiene una historia que merece ser contada. Deportiva y vital. En unos años se ha convertido en el Robin Hood ourensano. Con el histórico personaje inglés comparte la puntería con el arco y su lugar de nacimiento, Nottingham. Su vocación por lanzar flechas le llegó tarde, pero justo a tiempo para proclamarse campeón gallego en la modalidad de arco recurvo instintivo, con el club Lumelar, aunque está asentado en Monforte.

"La competición terminó muy bien pero empecé bastante mal. Las dos primeras entradas fallé, estaba un poco nervioso. Pero después aguanté y terminé la primera ronda, desde 30 metros, tercero. En la segunda ronda, tirando desde 18 metros, acabé segundo. Ya en las eliminatorias, me encontré de maravilla. En una ronda de calentamiento, hice una tirada perfecta. Y me dio mucha confianza. Gané todas por 6-0 para acabar como campeón. Mi primer título gallego".

Y es que, en febrero, Ramsdale fue segundo en el Autonómico de sala. Espinita que se quitó en la reciente cita disputada en Marín, Pontevedra. Gracias a si triunfo, ganó su pasaporte (a falta de confirmación oficial) para estar presente en el Campeonato de España de Valencia el 26 de mayo.

¿Pero cómo acaba este carpintero inglés en Ourense? "En el año 2003 compré una casa en Os Peares, con la idea de venir de vez en cuando, en vacaciones. Pero al final, como no había trabajo en Inglaterra y unos compatriotas afincados aquí sí que me lo podían dar, en el 2007, vine con mi pareja a probar. Y ya vamos a cumplir 11 años en Ourense en octubre. Tenemos un niño nacido aquí, de siete años. Así que ese vínculo ya será para siempre", destaca Ramsdale.

Entró en el Club Lumelar hace poco más de un año. Antes compitió en Vigo, centrado en el arco de caza, gracias al cual también estuvo en un Campeonato de España. Pero su gusto por el arco se hizo de rogar. "En Inglaterra, con 13 o 14 años, recuerdo haber ido con mi padre a tirar un par de veces a un club. Pero nada más. Al final, hace cuatro años, en un mercadillo en Monforte de Lemos vi un arco de segunda mano. Pero lo dejé. Al rato volví y ya lo habían vendido, pero el dueño del puesto me dijo que tenía un amigo que vendía arcos. Compré dos, uno para mi y otro para mi padre. Ahí empezó todo".

Mientras espera a que lleguen nuevas competiciones, continúa empleando sus manos en su otro oficio, la carpintería. "Tengo una tienda en Ferreira de Pantón. Hago muebles de castaño y elementos de cocina en olivo". Pero el cuerpo le pide torneos. No tanto por los resultados, también por las experiencias. "Viajar, conocer gente nueva..., es lo más bonito del deporte". 

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