Laia Álvarez y Carla García son la punta de lanza de un grupo de jugadoras llamadas a ser importantes en el deporte ourensano
Los recientes éxitos del pádel provincial a nivel de base no son casualidad. El trabajo realizado por los clubes ourensanos, especialmente en las instalaciones de Padelprix comienzan a mostrar el fruto de las horas de cancha y muestra de ello es el título logrado Laia Álvarez en el Campeonato Gallego de menores en categoría júnior, acompañada de Andrea Colinas.
La propia Laia, acompañada en esta ocasión de Carla García (también fue subcampeona júnior), ambas defendiendo los colores de Padelprix, fueron subcampeonas en su categoría, la cadete femenina.
Estos reconocimientos demuestran, según palabras de su entrenador, Iago Laredo que "la evolución que han sufrido durante el último año de competición. Al estar todavía en fase de crecimiento han ido desarrollando fuerza física, lo que sumado al trabajo de técnica que tenían por detrás ha hecho que den un paso adelante y lleguen los resultados".
Esa evolución se ve, según el técnico "cada semana. En el caso de Laia y Carla su progresión es muy buena, más teniendo en cuenta que todavía están en categoría cadete. Hay que ser cautos porque en estas edades nunca se sabe, pero si continúan con este nivel de mejoría y esfuerzo en dos o tres años serán una de las parejas más fuertes a en categoría femenina absoluta dentro de la comunidad gallega. Ahora mismo en su categoría tienen un nivel superior al resto e insisto, su nivel de trabajo y esfuerzo es muy bueno. Se nota que les encanta este deporte y eso hace las cosas todavía más fáciles".
Y aunque Laia y Carla son ahora mismo una de las puntas de lanza de la escuela Padelprix, el trabajo no se detiene ahí.
Desde los cinco años, la escuela del club situado en el Polígono de San Cibrao das Viñas recibe a jugadores que disputan sus primeros partidos. En este sentido, Laredo afirma que "a esa edad (los cinco años) es la mejor para comenzar a practicar deporte. Evidentemente no juegan partidos desde esa edad, pero sí hacen ejercicios de psicomotricidad y coordinación para con siete años comenzar a disputar sus primeros peloteos y partidos con material adaptado".
Otra de las partes positivas del pádel a edades tempranas es que permite jugar con rivales de distintas edades, gracias a los diferentes niveles de juego disponibles. "Desde los diez años nuestros jugadores disputan encuentros, incluso con adultos que comienzan. No tienen la misma fuerza pero sí buena técnica, lo que compensa las cosas. En muchas ocasiones sorprende ver a algunos de nuestros niños jugar y ganar a parejas adultas, pero es lo bonito y divertido del pádel, que deja algunas sorpresas inesperadas", concluye el entrenador ourensano.
Laia Álvarez (Barcelona, 27/11/2003) ha sido una de las jugadoras destacadas del pasado Gallego. "Comencé a jugar hace tres años. Estoy desde hace un año medio en Ourense y estoy muy contenta de haber conseguido el título júnior. Me quedo con la espina de no haber ganado en la competición cadete, pero el año que viene pienso sacármela", destaca la joven jugadora.
Carla García (Ourense, 16/5/2002) es la evolución desde el tenis al pádel. "Empecé en A Zamorana pero en cuanto probé el pádel ya no lo dejé. Con respecto al Gallego creo que lo hicimos bien, me vuelvo muy contenta con el subcampeonato y las semifinales. En categoría júnior sabíamos que sería muy difícil porque nuestro rival es de los mejores a nivel gallego".
