El árbol de la discordia

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photo_camera El árbol, colocado delante de la puerta de acceso a la finca de Jiménez Morán.

El ex alcalde de Verín, Juan Manuel Jiménez Morán, dice que el alcalde le ha plantado un árbol en medio del acceso a su finca en la calle Deputación, con ánimo de dañarle. El regidor lo niega, y dice que era el mejor lugar.

No imaginaba el grupo de gobierno de Verín que la plantación de un millar de árboles por las calles y avenidas fuese a provocar un conflicto político de magnitudes inimaginables y que acabase teniendo por víctima a un simple ejemplar de especie arbórea. Sin embargo, la última decisión del líder de la oposición municipal, senador, exalcalde y propietario del solar al que la por el momento insignificante silueta del árbol impide su acceso, Juan Manuel Jiménez Morán, puede acabar pasándole seria factura.  Todo parece indicar que si Jiménez lleva a efecto su advertencia verbal de solicitar formalmente una autorización para el servicio de carruajes, el disputado ejemplar podría ser trasladado de lugar. O no. 

El senador y concejal lo tiene claro: "Se trata de un capricho personal del actual alcalde, que ha dado orden expresa de colocarlo impidiendo el paso a mi finca, acceso que utilizaba para su desbroce o para que algún constructor accediese a efectuar reparaciones en inmuebles contiguos. Creo que es un acto indigno de un alcalde el hacer uso de su responsabilidad para intentar causar un daño a terceros, como lo es mi caso", apunta Jiménez Morán. 

¿Y qué dice el alcalde al respecto? Pues, todo lo contrario. Gerardo Seoane manifiesta que en su día se le ofreció al exregidor mover la puerta de acceso a su finca para dejar el árbol donde está: "En un primer momento dijo que se lo pensaría, y más tarde decidió que no accedía a que se moviese el acceso de lugar". Por si faltase aliño a la polémica, Jiménez emprendió en su día una campaña de acoso y derribo a la iniciativa de llenar las calles de árboles, que tuvo su contestación social en las redes con un eu sí quero árbores en Verín. 

Mientras, el ejemplar aguardará a que se desarrollen los acontecimientos que seguro acabarán protagonizando uno de los capítulos más singulares del palpable enfrentamiento político entre ambos. Porque si el supuestamente afectado solicitará el oportuno vado que le mueva las raíces al árbol, su alcalde ya ha garantizado que "ese ejemplar no se toca. Si solicita el permiso para entrar con vehículos a su finca, primero deberemos comprobar si esa solicitud se ajusta a la normativa, y en el caso de que así sea, se le otorgará en lugar distinto al de su actual acceso".

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