Varias personas se bajaron de diferentes coches y fueron a por un joven que vive en Mandín con su famila. Los vecinos aseguran que "no lo han matado porque no han querido"
Un tiroteo al filo de las seis de la tarde de ayer en el pueblo de Mandín, en Verín, se saldó sin heridos ni detenidos pero con el lógico sobresalto de los vecinos.
Según algunos de ellos, un grupo de personas de etnia gitana se acercó al pueblo en tres coches, dos de ellos con matrícula extranjera y un tercero con placas españolas. Alrededor de una decena se bajaron y fueron a por un joven de nacionalidad portuguesa que vive en el pueblo con su familia, en lo que muchos interpretaron como un ajuste de cuentas.
Según relataron vecinos del pueblo, fueron tres los disparos que se efectuaron. "No lo han matado porque no han querido, porque lo han tenido a un metro de distancia; ha sido un aviso", subrayó uno de ellos.
Los agresores escaparon del pueblo antes que llegasen varias patrullas de la Guardia Civil, que primero acordonaron la zona y después estuvieron tomando fotografías. Algunos vecinos aseguraron, incluso, que agentes del Instituto Armado custodiaron en su propia casa al agredido durante un buen rato.
"No he sentido nada, pero la verdad es que no me extraña lo qué ocurre en este pueblo ya que hay gente que no anda bien de la cabeza y por eso pasan estas cosas", relató otra vecina.
“Un pobre diablo"
Hay quienes incluso apuntan a un ajuste de cuentas. "Han salido varios chicos de etnia gitana de unos coches y se han ido directos a por el chiquito portugués, seguro que se trataba de algo de drogas o dinero. El chiquito es un pobre diablo, siempre anda por donde no debe andar", a la vez que remarcó que "ha estado varias veces en la cárcel, siempre por cosas pequeñas".
