Más de 600 mayores de 65 años se reunieron para comer y bailar en el entorno de la fortaleza

Los jubilados de Monterrei montan la fiesta

Los participantes del municipio durante la comida, bajo una carpa, a los pies del castillo.(Foto: Xesús Fariñas)
Más de 600 personas mayores de 65 años acudieron ayer a una ‘xuntanza’ organizada por el Concello de Monterrei a los pies del castillo donde se habilitó una carpa para una comida a base de empanada y pulpo, hubo banda de música y sesión de juegos. ‘Vimos para vivir un día de ledicia e saír de casa’, decían los participantes.
Fue un día muy especial para las personas mayores. Más de 600 vecinos de Monterrei, que superaban los 65 años, participaron ayer en una ‘xuntanza’ organizada por el Concello con el fin de brindarles un reconocimiento y una fiesta propia. Una comida a base de empanada y pulpo, bajo una carpa habilitada a los pies del castillo; una banda de música y una sesión de juegos populares fueron el cóctel perfecto para que disfrutasen como niños.

Los participantes estaban entusiasmados. ‘Nós, os vellos, e xa non saímos da casa. Esta festa é unha forma de romper a rutina durante un día, tomar o aire, pasalo ben, facer amigos e axudar a que os pobos do concello estén unidos’, decía Modesta Vaamonde, una vecina que no se lo pensó dos veces para acudir a la celebración.

También Luciana Rodríguez y su marido Francisco Justo Justo se mostraban encantados pues ‘somos vellos e un día como este é unha oportunidade para pasalo ben e olvidarnos dos problemas cotidiáns’.

Pero la ‘xuntanza’ también emocionó a los vecinos pues les trajo a la memoria tiempos pasados y muchos recuerdos: ‘Teño 77 anos. Cando tiña 10, recordo que no castelo sempre se facía unha feira, que hoxe xa non existe. As nenas, viñamos andando desde os pobos de Monterrei cunhas alpargatas de cintas feitas na casa, sempre moi contentas. Comprabamos churros e viñan outros nenos a pedirnos cachiños e sempre lle respondíamos que non’, relataba Ángela Rive ro Sandoval, otra vecina del municipio. Además, considera que ‘o encontro é maravilloso. Estamos fartas de traballar e supón un día de descanso e de disfrutar como os novos’.

El baile

María Luisa Rivero, otra participante, añadía que ‘non vimos por comer, senón porque é unha ledicia. Vimos pola festa pois dende que somos vellos xa non temos humor’ y, con lágrimas en los ojos contaba que ‘a mí de nova chiflábame o baile, pero agora xa non bailo porque morreume o marido, ó faltarme el, acabouse, dame moita tristeza e nostalxia’.

Otro vecino, Antonio Limia, vive en Madrid pero no quiso perderse la cita pues ‘me parece extraordinaria, es una forma de que la gente se relacione, y la convivencia es siempre el resultado una buena relación entre las personas’.

La fiesta y el escenario en el entorno del castillo fue ensalzado por los mayores, que se convirtieron en protagonistas de una jornada que resumieron así: ‘O pasamos bomba, como rapaces’.

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