La justicia acuerda el sobreseimiento del caso del hombre de Riós muerto de un tiro

No le pareció al Juzgado número 2 de Verín debidamente justificada la perpetración de un delito. Los indicios y los resultados de la autopsia apuntaron definitivamente al suicidio.
El Juzgado número 2 de Verín puso el punto final a un suceso que duraba seis meses, desde que el pasado 13 de enero Manuel Calvo Vaz desapareció de su domicilio en Riós, y el día 25 apareció muerto en un paraje del municipio, dentro de su coche y con un impacto de bala.

Su muerte a los 50 años, y las condiciones de la misma, habían llenado de interrogantes el final de un hombre muy querido por su pueblo, y cuya vida se había visto alterada después que en 2003 la lotería Primitiva lo premiara con nueve millones de euros. Desde un principio la investigación apuntó al suicidio como explicación de su muerte, y a esta misma conclusión han llegado las diligencias instruidas desde el Juzgado de Verín.

A ello han contribuido los resultados de la autopsia del cuerpo de Manuel Calvo Vaz. En ella queda reflejado que el origen de la muerte, atendiendo tanto a las circunstancias de la misma como a los hallazgos positivos y negativos que pudieran sustentar otro origen distinto, fue el suicidio. Las causas fue un disparo de arma de fuego y el traumatismo encefálico severo con destrucción de centros vitales.

Atendidas las temperaturas de los días previos, el hecho de encontrarse el cadáver en el interior de un coche y el estado evolutivo de éste, apuntan a que la muerte se produjo entre una y dos semanas antes de la práctica de la autopsia. Es posible, de hecho, que la muerte hubiese ocurrido el mismo día de la desaparición, o poco tiempo después.

El hallazgo de un arma en el habitáculo del coche, y de partículas específicas y compatibles con residuos de disparo en las muestras tomadas en las manos, cerraron el círculo.


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