A pesar de los problemas que desde hace diez años aún tienen algunos ourensanos tras volver a la provincia, nos encontramos también la otra cara de la moneda, ya que, “vivir en Oímbra es una maravilla”. No es algo que digan en el Concello -que también-, ni los vecinos nacidos en el municipio. Es una frase que se le escucha a los nuevos residentes de este concello ourensano. Y es que Oímbra -con 1.730 habitantes- sumó el pasado año 17 nuevos vecinos, “un bo dato, se temos en conta que o número de falecementos segue sendo moito máis elevado que o de nacementos”, anota Ana Villarino, alcaldesa de Oímbra.
Y es que este concello rural está logrando, año tras año, incrementar el número de vecinos, por dos factores: la apuesta de la gente por el rural tras la pandemia y las facilidades que ofrece este Concello, con subvenciones para autónomos, empresas, familias u otros sectores de la población. “A xente vén para aquí, e o que máis me chama a atención é que moitos deles son xente sen relación con Oímbra, é esperanzador e unha mostra de que o rural ten futuro”, añade la regidora, quien aplaude la elección de estos habitantes por ir a vivir a pequeños núcleos del concello, como San Cibrao o Rabal.
En el caso de Rabal, esta aldea sumó seis nuevos vecinos: una pareja y una familia con dos niñas. Ambos hogares encantados con “el trato y el cariño con el que nos tratan aquí los vecinos, ya es nuestra casa”, coinciden. Ambas familias no llevan ni un año conviviendo en el rural ourensano, pero ya tienen planes de futuro.
Conciliación y tranquilidad, dos factores clave
Mónica Alves y Chaves Dosantos son un matrimonio que tienen dos niñas de 10 y 6 años y están encantados de haber tomado la decisión de mudarse a Rabal. “En julio hace un año que nos lanzamos a la aventura. Ya conocíamos la zona porque somos de Vilarello y Vilamea (Portugal), y este lugar a mi marido siempre le encantó”, cuenta Mónica, quien no se arrepiente “nada de haber alquilado aquí esta casita”. Al llegar, esta pareja ya anotó a sus hijas en la ludoteca de verano, un servicio de conciliación que ofrece el Concello, “y fue muy buena decisión, porque se adaptaron genial de cara al colegio”, añaden. Ellos ya se ven en Rabal muchos años más.
Sus ya vecinos, la gallega Sindya Rodríguez y el inglés Matthew Cleary también afirman que Rabal ya es su hogar. Ellos vinieron de Bournemouth (Inglaterra) en agosto de 2022. “Llevábamos tiempo queriendo vivir en Galicia, en plena naturaleza, y nos tiramos de cabeza a la aventura, estamos encantados”, anota Sindya, con parientes en la zona. “No conocíamos nada esta zona, pero ha sido un acierto”, remarcan.
Matthew, que ya comienza a hablar con fluidez el castellano, asegura que “esto es un regalo, abrir la puerta de casa y ver montañas o -ríe- escuchar a los burros”. Ambos trabajan de manera online: ella con su tienda de ropa para novias y eventos “Sindybloom” y él como profesor de batería. Comienzan a construir su proyecto de futuro: una vida sostenible en el rural y tranquila: “Nuestra idea es comprar una casa con terreno”, concluyen, felices de haber encontrado en este concello ourensano su lugar de paz.
El Concello aprueba su plan de ayudas para 2023
El Concello de Oímbra volvió a aprobar este 2023 su Plan estratégico de subvenciones para diversos colectivos, desde familias a emprendedores o grupos deportivos. Este año estas ayudas se elevan a un total de 15.500 euros y son compatibles con otras ayudas de las demás administraciones.
“Comezamos con este plan no ano 2016 e fomos incrementando pouco a pouco as axudas e os colectivos”, explica Ana Villarino, quien hace una valoración positiva de este programa: “Dá bos resultados, aumentando o padrón de habitantes, con altas novas de autónomos en diferentes sectores e outros factores. Para nós é un esforzo económico que facemos porque é en base ao orzamento municipal, pero cremos que é importante mantelo dados os resultados”, salienta la alcaldesa.
Así, este año el plan de ayudas se divide en seis ejes: el fomento del autoempleo y ayudas a la contratación, el fomento de las fiestas populares, impulso del deporte, tres campos con 3.000 euros de ayuda cada uno. También se ofrecen ayudas a las familias en material escolar con 4.000 euros de presupuesto y al programa Vive Oímbra se destinan 2.500 euros para el alquiler o compra de viviendas, en el que el Concello se hace cargo del seguro de impago durante los primeros 12 meses.
Desde el ente local confían en que este concello rural continúen recibiendo nuevos vecinos, ya que “a mostra de que este plan estratéxico funciona son os datos”, señalan desde el Consistorio. Y es que desde el 2016 se dieron de alta 40 autónomos en Oímbra -cinco en 2022-, así como 68 familias solicitaron ayudas para material escolar, incrementando el número de alumnos en el centro educativo de Oímbra.
