Seiscientos alumnos del colegio de enseñanza María Inmaculada tomaron el casco urbano de la villa para escenificar el nacimiento de Jesús. El objetivo era recoger alimentos para las familias sin recursos.

Verín se convirtió en Belén

Los pastores entregan lana, tras adorar al Niño. El portal fue instalado en la plaza García Barbón. (Foto: MARCOS ATRIO)
Recoger alimentos no perecederos y repartirlos entre las familias que menos tienen.
Este es el principal objetivo del belén viviente que escenificaron ayer los 600 alumnos del colegio de enseñanza María Inmaculada de Verín, una iniciativa que no se redujo a un simple pesebre. Los estudiantes tomaron el casco urbano, convirtiendo el centro de la villa en escenario del nacimiento. Sólo faltaron el buey, la mula y los camellos de los Reyes Magos, que llegaron caminando desde la avenida de Portugal. El promotor de la idea y profesor en el centro, Valentín García, tampoco encontró un recién nacido para encarnar el papel de Jesús y tuvo que recurrir a un muñeco plastificado. 'Intentamos buscar un niño, pero no fue posible. Los padres temen que le pase algo, que coja frío', explicó el profesor.

La representación comenzó pasadas las 15,30 horas, en torno al pesebre instalado en la Plaza García Barbón. Dos alumnos de Enseñanza Secundaria encarnaban el papel de Jesús y María, ambos rodeados de varios ángeles parapetados en pacas de paja, que la organización fue a buscar a la localidad de A Retorta (Laza).


MEGAFONÍA

A esa hora, en la citada plaza ya había numeroso público, que se entretenía escuchando los villancicos que salían de una megafonía. Sobre las cuatro de la tarde, llegaban los 'pastores', que atravesaron las calles Laureano Peláez, Luis Espada, Plaza da Merced y calle La Cruz. A ellos se unieron panaderos, carpinteros, agricultores, mesoneros, electricistas, mecánicos, lecheros, sastres, bodegueros y hasta un grupo de romanos, convertidos al cristianismo, todos con presentes para el Niño.Los últimos en aparecer fueron los Reyes Magos, que llegaron acompañados de un grupo de gaitas.

La Policía Local acordonó con vallas metálicas buena parte de la plaza García Barbón, pero el cordón no sirvió de nada, dado el numeroso público asistente (la mayoría familiares de los alumnos), que cámara de fotos en mano buscó huecos para inmortalizar el momento. El propio Valentín García tuvo que recurrir a la megafonía y pedir que abrieran espacios. Mientras, varias patrullas de la Policía Local y voluntarios de Protección Civil vigilaban el recinto para evitar posibles accidentes. El trabajo de los agentes locales evitó que durante el desfile de la comitiva por las calles de la villa en dirección al pesebre se registrasen retenciones de vehículos.

El casco urbano de Verín carece en estas fiestas de alumbrado navideño, pero el belén viviente impregnó ayer de espíritu navideño tanto a vecinos como a visitantes. 'Es una iniciativa muy bonita, que da alegría a la villa', afirmaba Valentín García.

La representación se prolongó hasta pasadas las seis de la tarde con la lectura de poemas entorno al pesebre, desde el que la organización invitó a los vecinos a colaborar aportando alimentos no perecederos para 'aliviar la situación de muchas familias que lo están pasando mal por la falta de recursos. Durante estas fiestas debemos se un poco solidarios con los que están a nuestro alrededor', recordó Valentín García.

El pesebre, una vez rematado el acto, era trasladado al patio del colegio María Inmaculada, donde permanecerá durante la jornada de hoy para que los vecinos aporten alimentos, que después serán entregados a Cáritas para que los reparta entre los que menos tienen. El colectivo religioso socorre en la actualidad a más de un millar de familias.

Los alumnos ya recaudaron el pasado día 8 de diciembre 1.950 euros durante una jornada de solidaridad organizada en el centro educativo. El dinero también será repartido través del colectivo religioso entre las familias con escasos recursos.

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