SUCESO

A Vilavella llora la muerte del ertzaina Inocencio Alonso

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photo_camera Imágenes de Inocencio Alonso en la provincia.

El padre del malogrado agente es natural de A Canda, en A Mezquita, y su madre, de Las Hedradas 

El pueblo de Vilavella llora la muerte de "Ino", como así conocían al ertzaina (policía autonómica vasca) fallecido en los disturbios que se produjeron en la tarde noche del jueves en las inmediaciones del estado bilbaíno de San Mamés. Inocencio Alonso García, de 50 años y padre de dos hijos, aunque había nacido en Ermua (Bizkaia) -en donde será enterrado esta tarde a las 19,00 horas- tenía profundas raíces ourensanas. Su padre, José Alonso, es natural del pequeño pueblo de A Canda (A Mezquita), y en la localidad de Vilavella conserva "Ino" a su tía Secundina de Jesús y a su primo Andrés Vázquez, quien recordaba ayer la figura del agente como un "ertzaina bonachón, llevaba muchos años en el cuerpo, pertenecía a su novena promoción y era muy querido en su localidad, y también aquí. Era un habitual en las vacaciones tanto de verano como de Semana Santa y un atlético de corazón, algunos partidos de final de Copa entre Barça y Athletic vimos juntos en el Porta Galega" -un conocido restaurante de Vilavella-.

También lo recuerda con mucho cariño y pesar Andrés Alonso García, un ganadero de A Canda aunque con parte de su explotación en el pueblo materno del ertzaina, Las Hedradas (Zamora): "Sé que siempre que nos falta alguien decimos aquello de que era buena persona, pero en el caso de Ino, era así. Era un personaje extraordinariamente alegre y de muy buen corazón", recuerda Andrés, compañero de sus muchos "copos" que se tomaron juntos en Las Hedradas en los últimos veranos.  

"Ino" Alonso tenía también a su prima Felisa, hermana de Andrés Vázquez, en la localidad pontevedresa de O Porriño, a la que estaba muy unido, el propio hermano de ella reconoce que "eran como unlla e carne".

Aficionado al ciclismo, como practicante y también al fútbol -delante del televisor-, había sufrido tres años atrás una intervención quirúrgica que le acabó privando de un riñón. La enfermedad le mantuvo algún tiempo retirado del ejercicio profesional, aunque, como asegura Andrés Vázquez, "estaba perfectamente apto, como así habían reconocido los médicos, no solo para cualquier tipo de práctica deportiva sino también para el desempeño de su profesión", afirma.

UN HERMANO EN EL CUERPO

Inocencio estuvo acompañado en todo momento por su hermano Juan José, quien también participaba en el dispositivo de seguridad establecido con motivo del partido de Champions entre el Athletic y el Spartak de Moscú en el estadio de San Mamés. Tomó parte, al igual que él, en el control de los disturbios entre hinchas radicales de ambos equipos y fue quien se encargó de acompañarle al hospital y permanecer a su lado desde el momento de su colapso.

SUS COMPAÑEROS OFRECEN UN HOMENAJE PÓSTUMO

Sus compañeros del cuerpo armado y algunos también miembros del sindicato policial en el que militaba, Esan, participarán en la mañana de hoy en un homenaje póstumo a Inocencio Alonso, mediante una concentración de repulsa silenciosa y una ofrenda floral a las doce del mediodía en la explanada próxima a San Mamés, lugar en el que falleció el ertzaina. Además, la formación sindical ha solicitado al Ayuntamiento de Bilbao dar el nombre de Inocencio Alonso a ese sitio.

El sindicato policial también expresó en un comunicado su malestar por la extensa jornada que estaba protagonizando el ertzaina el día de su fallecimiento. Según el colectivo Esan, Alonso García había entrado a trabajar a las siete de la mañana en la base de la policía vasca de Iurreta (Bizkaia). Sufrió el infarto pasadas las 20 horas. 

VISITA INSTITUCIONAL

El lehendakari, Iñigo Urkullu, visitó ayer a las cinco de la tarde el tanatorio municipal de Ermua, donde se encuentra el cadáver del ertzaina de 51 años. Urkullu acudió al tanatorio acompañado de la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia.

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