El costo de las huelgas de protesta por la reforma del sistema de pensiones en Francia se sitúa entre 200 y 400 millones de euros por cada jornada de paro interprofesional, señaló ayer la ministra de Economía, Christine Lagarde.
Lagarde no quiso avanzar un cálculo global desde que empezó el movimiento contra el proyecto de ley de su Gobierno, por considerar que 'es muy difícil de cifrar'. Cuantificaciones realizadas por el Ministerio de Economía daban ayer una horquilla de 1.600 a 3.200 millones de euros por las ocho jornadas de paro que ha habido hasta ahora, lo que incluiría 'las horas de trabajo perdidas y las pérdidas sufridas en los diferentes sectores'.
Uno de los sectores más afectados es el petroquímico por el paro total de la actividad en las 12 refinerías del país, en algunas de ellas desde hace más de dos semanas, a lo que se suma el bloqueo de depósitos de carburante. Las fuerzas del orden desbloquearon ayer sin incidentes el depósito petrolero de Saint Pierre des Corps, cerca de Poitiers, donde varias decenas de manifestantes habían impedido el acceso a los camiones de abastecimiento.Paralelamente, varios cientos de huelguistas del puerto de Marsella volvieron a bloquear los depósitos de la zona portuaria de Fos sur Mer.
Ayer la huelga se dejaba sentir en los ferrocarriles, aunque la situación era mejor que en los últimos días, ya que circulaban más de ocho trenes de alta velocidad de cada diez de los programados.
La compañía ferroviaria SNCF también indicó que iban a funcionar en torno a dos tercios de los regionales, un 70% de los cercanías y un 60% de los trenes de noche.
El ministro de Trabajo, Eric Woerth, afirmó anoche que continuar con las protestas no sirve 'para nada' porque la ley que eleva en dos años la edad de jubilación va a ser adoptada por el Parlamento esta semana y 'hay que respetarla'.
Los sindicatos convocaron una nueva jornada de paros interprofesionales el próximo jueves, y otra jornada de manifestaciones el sábado 6 de noviembre.
Uno de los sectores más afectados es el petroquímico por el paro total de la actividad en las 12 refinerías del país, en algunas de ellas desde hace más de dos semanas, a lo que se suma el bloqueo de depósitos de carburante. Las fuerzas del orden desbloquearon ayer sin incidentes el depósito petrolero de Saint Pierre des Corps, cerca de Poitiers, donde varias decenas de manifestantes habían impedido el acceso a los camiones de abastecimiento.Paralelamente, varios cientos de huelguistas del puerto de Marsella volvieron a bloquear los depósitos de la zona portuaria de Fos sur Mer.
Ayer la huelga se dejaba sentir en los ferrocarriles, aunque la situación era mejor que en los últimos días, ya que circulaban más de ocho trenes de alta velocidad de cada diez de los programados.
La compañía ferroviaria SNCF también indicó que iban a funcionar en torno a dos tercios de los regionales, un 70% de los cercanías y un 60% de los trenes de noche.
El ministro de Trabajo, Eric Woerth, afirmó anoche que continuar con las protestas no sirve 'para nada' porque la ley que eleva en dos años la edad de jubilación va a ser adoptada por el Parlamento esta semana y 'hay que respetarla'.
Los sindicatos convocaron una nueva jornada de paros interprofesionales el próximo jueves, y otra jornada de manifestaciones el sábado 6 de noviembre.
