Un incendio devora parte de Cinecittà

Los emblemáticos estudios Cinecittà, en Roma, donde se han rodado películas tan importantes como 'Ben Hur' de William Wyler (1958) o 'Dolce Vita' (1960) se han visto afectados por un importante incendio.

El fuego comenzó en un hangar de 2.000 metros cuadrados que contenía decorados de la serie 'Roma', una superproducción angloamericana que actualmente se rueda en estos estudios ubicados en el centro histórico de Roma y cuya extensión sobrepasa los 400.000 kilómetros cuadrados.

Al menos 50 bomberos y 11 camiones han trabajado durante la noche del jueves para sofocar el aparatoso fuego. Incluso el jefe de bomberos de la provincia de Roma, Guido Parisi, declaró que debido a la magnitud del incendio "no descartaban la posiblidad de utilizar medios aéreos".

El incendio se declaró a las 22.00 hora española por razones aún desconocidas en el citado hangar, que ha quedado completamente destruido. Las primeras estimaciones hablan de un destrozo de varios miles de metros cuadrados, entre 3.000 y 4.000.

La preocupación ahora se centra en que los 600.000 metros cuadrados que ocupan los históricos estudios no se hayan visto afectados por el fuego, teniendo en cuenta que las llamas han llegado a alcanzar los 50 metros de altitud.

Cinecittá -traducido al español como ciudad del cine- nace en los años 30 como un intento del régimen fascista de Mussolini por competir con los estudios del boyante Hollywood. Tanto era el afán del dictador por mostrar al mundo la imponencia del cine italiano que el primer año de vida de los que llegaron a conocerse como la 'Hollywood sul Tevere' (Hollywood sobre el Tíber) se realizaron 19 películas.

Pero, sin duda, fue tras la crisis provocada por la II Guerra Mundial, cuando los estudios vivieron su época de oro con películas como 'Quo Vadis' (1949) o 'Ben Hur' (1959).

Por la 'ciudad del cine' han pasado algunos de los mejores directores del séptimo arte italiano como Luchino Visconti, Roberto Rossellini y Vittorio de Sica. Ni siquiera el bombardeo nazi que sufrió en 1943 consiguió derrumbar a este coloso del cine.

En los años 70, el auge de las producciones televisivas y la crisis de las cinematográficas cerraron la edad de oro de Cinecittà. La privatización casi total de los estudios en 1997 atrajo nuevos contratos.

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