Los ministros de Asuntos Exteriores árabes insistieron hoy en pedir el fin de la violencia en Siria y el cese de los enfrentamientos entre Sudán y Sudán del Sur, que en las últimas semanas han protagonizado una escalada bélica en su frontera común.
Los ministros árabes celebraron una reunión extraordinaria en El Cairo dedicada al conflicto en Siria, a los enfrentamientos entre Jartum y Yuba, y a la disputa que mantienen Irán y Emiratos Árabes Unidos (EAU) por el control de tres islas del golfo Pérsico.
En un proyecto de resolución, la Liga Árabe condenó el continuo asesinato de civiles sirios e instó a todas las partes enfrentadas a cumplir 'cabalmente' con el alto el fuego, en vigor desde el pasado 12 de abril.
También pidió acelerar el despliegue de trescientos observadores de la ONU en el territorio sirio, de acuerdo con la resolución recientemente aprobada en el Consejo de Seguridad de la ONU.
En ese sentido, alentó a Damasco a colaborar con la ONU y facilitar el traslado de los observadores que ya se encuentran en el terreno cuando ellos así lo determinen.
Asimismo, los jefes de las diplomacias árabes solicitaron al régimen sirio que garantice la llegada de ayuda humanitaria a quienes la necesiten 'sin obstáculos ni retrasos'.
Reiteraron su respaldo pleno al plan de paz del enviado especial para Siria de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, que estipula el fin de las hostilidades, la retirada de las tropas de las ciudades, la liberación de los detenidos de forma arbitraria, y el inicio de un diálogo entre el Gobierno y la oposición, entre otros puntos.
Por otra parte, los ministros árabes analizaron las consecuencias de la crisis desatada entre Sudán del Sur y Sudán por la zona fronteriza de Heglig, que fue ocupada el pasado 10 de abril por Yuba y recuperado diez días después por Jartum.
Al respecto, los países árabes destacaron el derecho de Jartum a defender su soberanía y su unidad territorial, al tiempo que pidieron a Sudán del Sur que respete las fronteras fijadas en 1956 y y rechazaron declarar Heglig como una zona de disputa limítrofe, tal y como pretende Yuba.
Además, el proyecto de resolución panárabe incluye la necesidad de que ambos países cesen las hostilidades, cumplan con los acuerdos suscritos en el ámbito de seguridad y vuelvan a la mesa de negociaciones para resolver los asuntos pendientes.
Por último, los ministros de Exteriores condenaron la continuación de la ocupación iraní de tres islas ubicadas en el golfo Pérsico que son reclamadas por los Emiratos Árabes Unidos.
Consideraron que la visita del presidente iraní, Mahmud Ahmedineyad, a una de esas islas el pasado 1 de abril fue una 'flagrante violación de la soberanía emiratí y un acto de provocación que no ayuda a construir la confianza entre ambos países y amenaza la estabilidad regional'.
