Seúl levantó hoy la prohibición temporal de visitar Corea del Norte que impuso a los surcoreanos tras la muerte de su líder Kim Jong-il, por lo que los ciudadanos del país que deseen visitar la nación comunista ya pueden solicitar los permisos pertinentes.
En todo caso, los viajes seguirán sometidos a las fuertes restricciones que el Gobierno surcoreano impuso tras los ataques al buque surcoreano Cheonan y a la isla de Yeonpyeong en 2010, de los que Seúl culpa a Pyongyang y que dejaron 50 muertos en las filas surcoreanas, informó la agencia local Yonhap.
Desde entonces, Corea del Sur sólo ha autorizado contadas visitas al Norte de grupos de ayuda de carácter privado, y autoridades científicas, religiosas y culturales.
'Como ha terminado el período de duelo por el Presidente Kim (Jong-il) actuaremos en consecuencia cuando los ciudadanos soliciten formalmente autorización para visitar Corea del Norte', manifestó un funcionario del Ministerio de Unificación citado por Yonhap.
La fuente agregó, sin embargo, que en la actualidad ninguna persona o grupo está pendiente de la aprobación de Seúl para cruzar la frontera.
El pasado 19 de diciembre, después de que el régimen anunciara la muerte dos días antes de Kim Jong-il a los 69 años de edad, Seúl suspendió todas las visitas a Corea del Norte, a excepción de los viajes de trabajo al complejo industrial intercoreano de Kaesong.
Ubicado en Corea del Norte y financiado con capital privado del Sur, el complejo industrial de Kaesong es un proyecto de cooperación económica impulsado por las dos Coreas durante los años de distensión de principios de la pasada década, y produce bienes manufacturados de diversa índole.
A excepción de quienes allí trabajan, la ley requiere a todo ciudadano de Corea del Sur la aprobación gubernamental para viajar al país vecino, ya que ambas Coreas permanecen técnicamente en guerra después de que las enfrentó a ambas entre 1950 y 1953 finalizara con un armisticio en lugar de un tratado de paz.
