El alcalde de Carballiño, Francisco Fumega, aclaró ayer las dudas sobre la situación de las propiedades donadas por los Hermanos Prieto y sobre la gestión de la residencia de mayores que lleva su nombre con la intención de acabar con la polémica que ha suscitado el cambio de dirección a raíz de la marcha de las monjas. Así, confirmaba que los edificios del asilo, la casa del cura y el colegio Sagrado Corazón figuran en el registro de la propiedad a nombre del propio asilo o de la Fundación Hermanos Prieto, creada para gestionar el centro de ancianos y las demás propiedades donadas. Asimismo, añadía que los tres inmuebles alquilados en Madrid son de dominio al 100% del asilo.
El regidor apuntaba que gracias a las rentas de esas propiedades en Madrid, se ha podido destinar 1.200.000 euros en los últimos cinco años a becas para completar el coste de la residencia a aquellas personas que no le alcanzan los recursos, y señalaba que en estos momentos el 40% de los residentes se benefician de estas ayudas que concede la fundación, que otorgó el pasado año por importe de 261.000 euros.
En la misma línea también aclaró Fumega que en ningún momento se cambiaron los estatutos, tan solo se fueron adaptando a las nuevas normativas sobre residencias de mayores, matizando que no se requiere el acuerdo unánime en la toma de decisiones del patronato, sino que es suficiente por mayoría, de ahí que esté formado por tres miembros: alcalde, obispo y párroco.
Añadía que desde que llegó a la alcaldía en 2018 “púxose orden no patrimonio e legado para dar continuidade a esa labor social”, con el objetivo de que la aportación económica que genera sea más grande. Para ello, después de aumentar de 84 a 110 el número de residentes, está en proyecto realizar mejoras en los inmuebles de Madrid; instalar placas solares en el asilo para reducir “as cuantiosas facturas” y también declaró que está avanzada la creación de un centro de día en los edificios anexos.
De esta forma, Fumega descartaba una posible privatización de la Residencia Hermanos Prieto al mismo tiempo que defendía el cambio de dirección que “supón unha mellora”, asegurando también que se sigue respetando el legado, prestando ayuda a los mayores que no tienen recursos.
En cuanto a las protestas de las trabajadoras más veteranas del asilo, que critican a la actual dirección, el alcalde dijo que la función del patronato es de gestión económica, si bien recibía ayer a una amplia representación, aunque no les aportó ninguna solución.
