La Cruz Roja de Carballiño recibía ayer 2.000 kilos de alimentos excedentes de la Unión Europea, que un voluntario de la agrupación local fue a recoger al polígono San Cibrao das Viñas, en un camión cedido por el Concello. Cada cuatro meses está llegando un cargamento similar, que los 374 voluntarios que hay en la actualidad, distribuyen entre la población con bajos recursos económicos.
Y es que, según declara el presidente de la Cruz Roja en Carballiño, Modesto Ojea Feijoo, 'las familias que hay con extrema vulnerabilidad han crecido muchísimo en los últimos 15 meses. Lo que más se solicita son ayudas para alimentación y vestuario, libros de texto y material escolar así como otras ayudas para el hogar, que tratamos de atender dentro de nuestras posibilidades'. El responsable de la agrupación afirma que en estos momentos están prestando ayuda a 102 personas, un 63% más que hace 15 meses.
Además de la distribución de alimentos, la Cruz Roja mantiene un ropero en el local que tiene en el Cornuval, en donde recoge ropa en buen uso para adultos y niños, especialmente en esta época del año, cuando empieza a hacer frío y la demanda se dispara hacia las mantas, prendas de abrigo y calzado.
TALLERES
Asimismo, la agrupación está desarrollando una labor de formación importante que se prolonga durante todo el año. Durante este último trimestre se imparten talleres de envejecimiento activo, manualidades navideñas, de empleabilidad para parados de larga duración, prevención de accidentes, de ahorro doméstico en diversos concellos de la comarca, para ejercitar la memoria de los mayores, clases de español a inmigrantes, además de clases de apoyo escolar, gimnasia para mayores, reparto de juguetes y charlas sobre actividades saludables en los institutos y colegios de la comarca.
La crisis está aumentando progresivamente el número de familias con necesidades básicas que apenas pueden cubrir, según constatan los responsables de Cruz Roja, pero en contraposición, y como dato positivo, afirman que el número de voluntarios dispuestos a prestar ayuda crece, concretamente un 17% desde el pasado mes de junio, alcanzando los 374.
Además de la distribución de alimentos, la Cruz Roja mantiene un ropero en el local que tiene en el Cornuval, en donde recoge ropa en buen uso para adultos y niños, especialmente en esta época del año, cuando empieza a hacer frío y la demanda se dispara hacia las mantas, prendas de abrigo y calzado.
TALLERES
Asimismo, la agrupación está desarrollando una labor de formación importante que se prolonga durante todo el año. Durante este último trimestre se imparten talleres de envejecimiento activo, manualidades navideñas, de empleabilidad para parados de larga duración, prevención de accidentes, de ahorro doméstico en diversos concellos de la comarca, para ejercitar la memoria de los mayores, clases de español a inmigrantes, además de clases de apoyo escolar, gimnasia para mayores, reparto de juguetes y charlas sobre actividades saludables en los institutos y colegios de la comarca.
La crisis está aumentando progresivamente el número de familias con necesidades básicas que apenas pueden cubrir, según constatan los responsables de Cruz Roja, pero en contraposición, y como dato positivo, afirman que el número de voluntarios dispuestos a prestar ayuda crece, concretamente un 17% desde el pasado mes de junio, alcanzando los 374.
