La nueva ordenanza municipal 'de boas prácticas veciñais e seguranza cidadá' fue aprobada definitivamente por la Corporación de Carballiño el pasado 3 de mayo y cumple hoy la primera semana desde su entrada en vigor, después de ser publicada en el Boletín Oficial de la Provincia. Una normativa que, entre otras actividades, prohíbe estrictamente el 'botellón' en el término municipal, y de ello serán informados tanto vecinos como visitantes.
El alcalde, Argimiro Marnotes, adelantó ayer que 'temos prevista a colocación duns sinais nas entradas por estrada á vila nas que se indique que no Carballiño o botellón está prohibido'. Además, el equipo de gobierno del Concello se reunirá con los responsables de la Policía Local para que esta presente un informe sobre aquellas zonas donde se llevan a cabo, sobre todo, los fines de semana, las concentraciones de jóvenes para la ingesta de combinados de bebidas alcohólicas. 'O obxectivo é delimitar esas zonas para que, coma contempla a ordenanza que aprobamos, poidan ser declaradas de especial protección contra o botellón', apunta el regidor carballiñés.
ÁREAS
Esta declaración correspondería, en el casco urbano y periferia de la villa, al barrio de Flores, los entornos del templo de A Veracruz y la antigua iglesia parroquial, el porche del Auditorio municipal, las dos áreas recreativas situadas entre el Parque y la piscifactoría de la Xunta y el tramo de paseo del río Arenteiro comprendido entre la pasarela peatonal y el puente de la carretera N-541 (Ourense-Pontevedra), en O Cuco, como las áreas más destacadas. El Concello carballiñés también prevé que los departamentos municipales de Seguridad Ciudadana y Medio Ambiente instalen señales de prohibición del botellón en estas zonas, ya que cumplen los requisitos contemplados en la nueva normativa.
Entre los aspectos descritos en la normativa está el uso abusivo de estas ubicaciones por parte de los jóvenes y el elevado número de ellos con respecto a la densidad de población del entorno. La ordenanza contempla sancionar con multas de entre 200 a 3.000 euros, la producción de ruidos que molesten al vecindario, así como la verificación de actos vandálicos, que supusieron un gasto de 15.000 euros al Concello, a lo largo del pasado año. En este caso, los últimos atentados contra el patrimonio público se vienen registrando en zonas como la avenida del Balneario y en las calles Marcelino Parrondo y Avellanosa, con destrozos realizados en farolas, señales de tráfico y papeleras, siempre en el entorno del Auditorio.
La ordenanza veta expresamente la venta de alcohol a menores de 18 años tanto en establecimientos comerciales como de hostelería y su consumo en la vía pública entre las 21,00 horas de viernes y sábados hasta las 4,00 horas del día siguiente.
La normativa también prohíbe la práctica de la mendicidad en calles o plazas de la villa, que los agentes de la Policía Local pueden sancionar con la cantidad máxima de 100 euros.
ÁREAS
Esta declaración correspondería, en el casco urbano y periferia de la villa, al barrio de Flores, los entornos del templo de A Veracruz y la antigua iglesia parroquial, el porche del Auditorio municipal, las dos áreas recreativas situadas entre el Parque y la piscifactoría de la Xunta y el tramo de paseo del río Arenteiro comprendido entre la pasarela peatonal y el puente de la carretera N-541 (Ourense-Pontevedra), en O Cuco, como las áreas más destacadas. El Concello carballiñés también prevé que los departamentos municipales de Seguridad Ciudadana y Medio Ambiente instalen señales de prohibición del botellón en estas zonas, ya que cumplen los requisitos contemplados en la nueva normativa.
Entre los aspectos descritos en la normativa está el uso abusivo de estas ubicaciones por parte de los jóvenes y el elevado número de ellos con respecto a la densidad de población del entorno. La ordenanza contempla sancionar con multas de entre 200 a 3.000 euros, la producción de ruidos que molesten al vecindario, así como la verificación de actos vandálicos, que supusieron un gasto de 15.000 euros al Concello, a lo largo del pasado año. En este caso, los últimos atentados contra el patrimonio público se vienen registrando en zonas como la avenida del Balneario y en las calles Marcelino Parrondo y Avellanosa, con destrozos realizados en farolas, señales de tráfico y papeleras, siempre en el entorno del Auditorio.
La ordenanza veta expresamente la venta de alcohol a menores de 18 años tanto en establecimientos comerciales como de hostelería y su consumo en la vía pública entre las 21,00 horas de viernes y sábados hasta las 4,00 horas del día siguiente.
La normativa también prohíbe la práctica de la mendicidad en calles o plazas de la villa, que los agentes de la Policía Local pueden sancionar con la cantidad máxima de 100 euros.
