La disponibilidad de fibra óptica, el funcionamiento de un colegio sin masificación en las aulas y con una atención personalizada a los escolares, además de la seguridad que aporta un concello de montaña como es Beariz en relación a la pandemia, son algunos de los motivos que apuntan tanto los responsables municipales como aquellas parejas que procedentes de una ciudad e incluso de otros países como México, han decidido asentarse en este municipio.
Es el caso de Leticia Domínguez y Alejandro González junto con sus tres hijos -Chloe, nacida en el pasado mes de diciembre; Manuel, de 8 años, y Azahara, de 10-, que residen desde hace casi año y medio en la misma capitalidad de Beariz.
La buena conexión a la red permite a Alejandro González trabajar desde su casa. “Somos de San Cristobal de la Laguna, de Tenerife, y decidimos buscar más oportunidades en la península, buscando nuevos trabajos que pudiesen surgir”, señala Leticia Domínguez.
Su primera parada fue hace dos años en Oviedo, en donde un amigo les ofreció una casa en Beariz “y nos venimos porque pensamos que era más seguro por el covid, pero nos gustó y aquí nos quedamos”, explica.
Ella es administrativa y auxiliar administrativa y en Tenerife trabajaba como operadora en el servicio de citas médicas. Ahora acaba de tener su tercer hijo y se encuentra en el paro, pero deseando volver a trabajar. “No hay problema, ya que en Beariz también contamos con una casa niño”, matiza, días después de recibir también la tarjeta de ayuda ChegOU, que le entregó la Diputación y que fue la última concedida en el 2021. Reconoce que su vida ha cambiado por completo, de una ciudad a un pueblo; de un edificio a residir en una casa con finca; del bullicio al remanso del rural. “Aquí estamos muy contentos, lo único que echo en falta es el mar, pero también tenemos río y cogemos el coche y nos vamos a la playa”, afirma.
TRABAJAR EN CONDICIONES ÓPTIMAS
Leticia Domínguez valora de Beariz la naturaleza que caracteriza al municipio, lo bien que los han recibido y aceptado los vecinos de este concello de la comarca natural de Terra de Montes, en el que “la bienvenida ha sido increíble”, apunta. También la educación que reciben sus hijos en un colegio con tan solo 13 alumnos. “Además, nos sentimos más seguros frente al coronavirus”, admite.
El alcalde de Beariz, Manuel Prado, opina que durante la pandemia “a xente empezou a valorar o rural e ao ter fibra óptica poden teletraballar en condicións óptimas”. Al igual que los nuevos vecinos, también destaca “un ensino de calidade, cunha atención personalizada, polo que aumentou o número de matriculados”. Asegura que no es la única pareja joven y con niños que se ha asentado en Beariz desde el inicio de la pandemia.
