DEMOGRAFÍA

A Fraga resurge de las ruinas con el primer bebé en 53 años

<p></p>
photo_camera Primo Barreiro delante de una de las casas que se están rehabilitando.(O. PINAL)

Las últimas personas nacidas en la aldea celebrarán el nacimiento con una fiesta de reencuentro

El pueblo de A Fraga, en Carballiño, será el próximo sábado el lugar de encuentro para las últimas 25 personas que han nacido en el lugar, el último hace 53 años.El motivo es la celebración de una fiesta porque después de tanto tiempo ha nacido un bebé, Jaia, convirtiéndose en todo un acontecimiento para los hombres y mujeres que abandonaron la aldea y se asentaron en otras localidades, algunas tan cercanas como Carballiño, Bouteiro, Mesego o Miomás.

Primo Barreiro es uno de los organizadores, aunque él nunca abandonó del todo su aldea, porque reside en Carballiño pero en A Fraga conserva la casa familiar, además de una productiva huerta y muchos frutales.

"Localizamos a 25, cos que contamos que veñan o sábado, pero poderíamos ser máis de 50", puntualiza Primo Barreiro, que ha sido testigo durante los cuatro últimos años de como su aldea resurge de las ruinas de las viejas casas, instalándose nuevos vecinos, que las rehabilitan y, en algunos casos, también trabajan el huerto.

Entre ellos está una joven pareja, él de Valladolid y ella ourensana, que desde hace aproximadamente un mes tienen a Jaia. Ellos han buscado en A Fraga la soledad y una vida en comunión con la naturaleza para lo que se presta este pueblo casi escondido, aún estando muy cercano a otros del municipio de Carballiño como son Sagra y O Barón.Los nuevos padres no han querido hablar sobre su experiencia en la aldea, ni tampoco han accedido a fotografiarse, pese a que su bebé será el protagonista en el reencuentro el próximo sábado de los últimos nacidos en A Fraga.

La pareja está rehabilitando una casa y llegó a esta aldea a través de otra, que también recuperan una vivienda y que proceden de Burgos y Guadalajara. En ambos casos, según explicaron, buscaron precios económicos, la naturaleza y el aislamiento, que no falta en este entorno.

Son los nuevos vecinos, desde el fallecimiento de una octogenaria, que residió sola durante mucho tiempo, hasta que falleció hace aproximadamente 15 años. Y a ellos se suman otros, un vecino del lugar que vivió toda su vida en Vigo y que retornó a la aldea. Ahora, cada verano, se llena la casa con los hijos que disfrutan de las vacaciones en A Fraga. Uno de los descendientes, también está rehabilitando otra de las viejas casas. "Sabemos tamén de unha persoa que está en Francia e que acaba de comprar outra para restaurar", apunta Primo Barreiro.

Para acceder a Fraga hay que descender expresamente por una fuerte pendiente en torno a un kilómetro y medio. Primo Barreiro recuerda que esa pista se abrió en tierra en la década de los años 70 cuando era alcalde Javier Perea. "Antes utilizábamos sendeiros. Aquí sempre se diu moi ben todo tipo de fruto e cando eu era pequeño levantábamos as tres da madrugada para levalo ao Carballiño. Éramos os que surtíamos a Praza de Abastos". Años más tarde, sería Argimiro Marnotes (padre), cuando fue alcalde, el que asfaltó la carretera para acceder a este paradisíaco entorno, que está dentro de la Denominación de Orixe Ribeiro. 

Hace más de 75 años había 32 vecinos en el pueblo

Hace más 75 años, A Fraga contaba con 32 vecinos. Las ruinas de las casas son la prueba de que era una aldea pequeña pero muy poblada. Primo Barreiro, con 72 años de edad, recuerda a 28 vecinos y como poco a poco se fueron marchando, motivados por el aislamiento en el que se encontraba la aldea. El sábado será una fiesta muy emotiva, de reencuentro después de tantos años y para celebrar el primer nacimiento en los últimos 53. Entre los invitados que acompañarán a las familias está el alcalde de Carballiño, Francisco Fumega. 

Te puede interesar