Los trileros siempre encuentran una víctima. El pasado 31 de diciembre, en la feria de Carballiño timaron 3.000 euros a un vecino de Vigo, Hermelindo V.G., de 75 años, después de que un miembro del grupo se hiciese pasar por policía local.
Todo comenzó sobre las 12.30 horas, cuando Hermelindo V.G. estaba recorriendo la feria y se encontró con un grupo de personas alrededor de una caja de cartón. Al acercarse comprobó que se trataba del juego del trile y uno de los ganchos le indicó que pusiese un dedo sobre una de las chapas y podría ganar primero 100 euros y después 300 e incluso 3.000 euros. El vigués se dispuso a jugar pero el trilero le informó que para apostar debería tener el dinero encima, en la mano y al comprobar que el hombre no llevaba efectivo encima le convencieron para que lo fuera a retirar al banco.
Es más, uno de ellos, que se hacía pasar por policía local, lo acompañó a la sucursal. Al regresar al lugar del juego y cuando se disponía a apostar, le arrebataron el dinero de la mano y se dieron a la fuga. La víctima aún fue detrás de ellos, pero los perdió de vista en una calle de la villa.
Acto seguido acudió al cuartel de la Guardia Civil para presentar la correspondiente denuncia, alertando a los agentes de que los trileros eran cuatro hombres de unos 40 años, mediana estatura y que se expresaban en castellano.
Los agentes le enseñaron varias fotos de personas que se dedican a realizar timos y cuentan con antecedentes penales. Hermelindo V., durante la sesión de reconocimiento fotográfico, identificó a uno de los trileros, Juan R.N., de 40 años, con domicilio en Mondoñedo (Lugo).
Es más, uno de ellos, que se hacía pasar por policía local, lo acompañó a la sucursal. Al regresar al lugar del juego y cuando se disponía a apostar, le arrebataron el dinero de la mano y se dieron a la fuga. La víctima aún fue detrás de ellos, pero los perdió de vista en una calle de la villa.
Acto seguido acudió al cuartel de la Guardia Civil para presentar la correspondiente denuncia, alertando a los agentes de que los trileros eran cuatro hombres de unos 40 años, mediana estatura y que se expresaban en castellano.
Los agentes le enseñaron varias fotos de personas que se dedican a realizar timos y cuentan con antecedentes penales. Hermelindo V., durante la sesión de reconocimiento fotográfico, identificó a uno de los trileros, Juan R.N., de 40 años, con domicilio en Mondoñedo (Lugo).
