La orografía y la presencia de dos vías del tren en la zona condicionó el desarrollo de las obras

Innovadoras técnicas para alzar los viaductos

El viaducto del Barbantiño se encuentra actualmente en fase de ensanchado de la plataforma viaria y estará terminado a mediados de marzo. Mientras, el puente sobre el Miño ya superó las pruebas de carga y está prácticamente rematado.
La gran altura sobre el terreno, tipología y estructura sitúan a los viaductos del tramo final de la AG-53 en obras de gran complejidad en las que se han empleado innovadoras soluciones técnicas, a la vez que la orografía condicionó los métodos de ejecución de los trabajos.

El viaducto sobre el Barbantiño se encuentra actualmente en fase de ampliación del tablero. Previamente, para la construcción de este puente, se ejecutaron los estribos, cimentaciones y pilares (las cinco pilas centrales tienen una innovadora forma de diapasón) y luego se construyó la parte central del tablero, con un ancho de 14,5 metros. Actualmente, mediante los llamados ‘carros de alas’ se está dotando de más ancho: 5,5 metros a cada lado, hasta completar los 25 metros que tendrá la plataforma viaria. En este caso, la inclinación de la plataforma viaria va cambiando a medida que avanza el puente, lo que impidió la construcción mediante sistemas tradicionales y se optó por el método de tablero de hormigón pretensado mediante voladizos sucesivos. Una vez ampliado el tablero se procederá realizar la prueba de carga, que consiste en someter al puente a pesos muy superiores a los que soportará durante su uso convencional (se utilizan para ello varios camiones cargados, que se van desplazando sobre la plataforma), mientras se comprueba que la estructura responde según lo previsto.

Sobre el Miño


Mientras, el viaducto del Miño superó esta semana la prueba de carga, por lo que sólo restan los toques finales. No obstante, las obras de este puente requirieron una planificación especial, debido a que el paso de la vía del tren Ourense-Vigo por la margen derecha del río impidió ejecutar los trabajos desde esta orilla, y fue necesario utilizar una pontona sobre el río en la que trasladar los materiales desde el otro lado. El uso de la pontona requirió prestar una atención especial a las corrientes del río. Además, se habilitó una península de tierra desde la margen izquierda, que sirvió de plataforma para levantar los pilares y ejecutar los trabajos.

En este caso, el proyecto impuso como condición que sólo se dispusiesen sobre el río dos pilares, por lo que se diseñaron en forma de ‘Y’. En todo caso, actualmente se observa un tercer pilar también sobre el cauce el río, ya que el gran caudal de agua de las últimas semanas fue excavando el terreno en esa orilla, que se repondrá al final.

De hecho, el viaducto ya se encuentra casi terminado y sólo falta retirar el relleno, proteger las pilas y rehabilitar las orillas.

Pero otras circunstancias condicionaron también el desarrollo de los trabajos. Por ejemplo, el movimiento de tierras en la zona comprendida entre los viaductos que pasan sobre el gaseoducto y sobre la N-120 tuvo que rea lizarse con mucha precaución, debido a que transcurre muy próxima la línea ferroviaria Ourense-Santiago. Por ello, las voladuras se llevaron a cabo con un gran control y estaban supeditadas a aquellos horarios en los que no pasaba el tren.

Te puede interesar