Boborás recupera este año su secular Danza de Xuvencos, que debería haberse celebrado hace cuatro, pero que no pudo ser por causa de la pandemia. Será el tercer domingo, día 19, del próximo mes de mayo, coincidiendo con la segunda jornada de la Festa das Mudaciós, que comienza el domingo anterior, el 12 del mismo mes.
El ritual se repite cada cuatro años, aunque se desconocen sus orígenes, contando tan solo con una referencia escrita de la Festa das Mudaciós que data de 1772. El historiador Xosé Luis Sobrado, en su libro “Xuvencos. Historia e Tradición” , se refiere a la similitud con otras danzas, que nacieron en la Edad Media “e que se corresponden na súa orixe coas chamadas danzas gremiais: manifestacións pagano-relixiosas”.
A finales del pasado mes de febrero, ocho jóvenes, entre 12 y 16 años de edad, de la parroquia de Xuvencos, iniciaban los ensayos dirigidos por Tatiana Rodríguez Fírvida, que ya fue danzante en el 2008 y en el 2012, y ahora recoge el testigo de la anterior profesora, María José González.
“El sacrificio es enorme y para estos jóvenes supone un gran esfuerzo. Es lo que más me sorprende de ellos porque se implican al cien por cien”, afirma Tatiana Rodríguez. Que perdure la danza, tan arraigada en su parroquia, es lo que les anima a ensayar cuatro días a la semana, cada jueves y viernes, entre las 20,30 y las 22,00 horas y los sábados y domingos, desde las 10,00 a las 13,00 horas, dedicándole la mayor parte de su tiempo libre. “Acuden a los ensayos después de las actividades extraescolares y durante las mañanas de los fines de semana y lo curioso es que ninguno tiene el baile como afición, son más bien deportistas, lo que tiene aún más mérito”, explica la profesora.
En esta ocasión, se cumplen las dos circunstancias que tradicionalmente se intentan respetar: que sean jóvenes solteros y de la parroquia de Xuvencos. Aunque no siempre ha sido así, porque en algunas anteriores ediciones fue necesario recurrir a danzantes de otras localidades de Boborás, al no haber los perfiles disponibles, sobre todo por continuar fuera sus estudios.
Así, Cecilia Crespo Vicente y Miguel Pérez Trigás; Noelia Alonso Cordeiro y Joel Vázquez Pérez; Iria Lorenzo González y Aaron Pérez Pérez; y Paula Crespo Rodríguez y Álex Lorenzo González, son las cuatro parejas que danzarán acompañados por la música de dos gaitas, un bombo y un tamboril, de la Banda de Gaitas de Boborás. Antiguamente, bailaban ocho hombres, dos de ellos vestidos de mujeres, pero ya en el siglo pasado se cambió esa tradición.
Asociación
Con el fin de garantizar la continuidad de la danza y el cuidado de sus formas y vestuario, seis vecinas de Xuvencos han iniciado los trámites para constituir una asociación, entre ellas está Tatiana Rodríguez Fírvida. “Estamos con los trámites para poner en marcha la Asociación de la Danza de Xuvencos, porque queremos proteger la danza”, explica.
Intercambio de imágenes con el núcleo de Boborás
A los ocho danzantes se suman en cada ensayo Victoria Paz López y Carla Otero Trigás, dos jóvenes que tendrán preferencia en la próxima edición, dentro de cuatro años, o que también estarán ahí disponibles este año por si hiciese falta alguna sustitución.
Las Mudaciós comenzarán el 12 de mayo con una procesión de intercambio de las imágenes de Santa María de Xuvencos que se traslada a la capilla de Boborás en donde está Santa Isabel, que llevan los feligreses a la iglesia de Xuvencos. El domingo siguiente es cuando se celebra la danza durante el regreso de Santa María a su iglesia de Xuvencos, a lo largo de un trayecto de algo más de dos kilómetros, cuyo recorrido tiene una duración de hasta cerca de tres horas.
De esta forma, la danza completa de tres bailes tiene lugar en Boborás, en la localidad de Almuzara y finalmente en Xuvencos, aunque también se hacen otras tres paradas con danzas más cortas. Además, en ambos días se ofician misas a las que asisten los participantes en las procesiones.
