El asilo Hermanos Prieto se despide de sus monjas

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photo_camera Las religiosas disfrutando del magosto en el centro.
La Congregación Siervas de Jesús reubicará a dos de sus religiosas

Este lunes fue un día agridulce para los usuarios y trabajadores de la residencia Hermanos Prieto de O Carballiño. Las cinco monjas de la Congregación Siervas de Jesús que atendían la labor pastoral del asilo se despidieron, definitivamente, del centro y su gente. Tres de ellas ya partieron hace días, pero este lunes su marcha se completaba con las dos que quedaban allí: tras la comida decían adiós al asilo carballiñés. 

Fue el pasado 2 de enero cuando la superiora general de las Siervas de Jesús, con sede en Roma, comunicó a Leonardo Lemos, obispo de Ourense, que debido a que las hermanas no pueden realizar el apostolado que se les había encomendado de “asistencia caritativa y personalizada a los ancianos” por su reducido número, su avanzada edad y la situación delicada de salud en la que se encuentran algunas de ellas, la superiora tomó la determinación de que estas religiosas sean trasladadas a otras casas de la congregación con la finalidad de ser atendidas.

Servicio pastoral

Leonardo Lemos, en nombre de toda la Iglesia diocesana, quiso agradecer “el servicio prestado por este grupo de cinco religiosas y su entrega y asistencia religiosa a los residentes del asilo de O Carballiño”. Actualmente, el obispo ourensano es el presidente del patronato que preside la Fundación Hermanos Prieto.

Por su parte, Nuria Iglesias, la gerente de la residencia Hermanos Prieto, aplaude la labor de estas cinco monjas -las que llevaban un año en el asilo, tras la partida de las Hermanitas de los Ancianos- y explica que “é una pena, foi triste despedirnos delas, porque se fixeron querer no centro, esperemos que lles vaia ben e que reciban todo o bo que elas dan”. 

Este hecho no supone que el funcionamiento del asilo experimente ningún cambio, pues como asegura Iglesias, “elas non participaban no coidado directo dos nosos usuarios, entón no funcionamento como tal non influirá. A labor pastoral manterémola porque é unha base do centro”. Así, el asilo de O Carballiño continuará rodando y dando los mejores cuidados y servicios a los 105 ancianos que residen actualmente en el centro, eso sí, echando de menos a sus monjas.

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