Los avisos lanzados por el concejal de Medio Ambiente, Bernardo García, sobre la prohibición de depositar la basura en los contenedores urbanos los pasados días 1 y 2 de enero no surtieron efecto. Así, durante las jornadas del sábado y domingo, la cantidad de desperdicios fue en aumento hasta saturar los propios depósitos y apareció acumulada en aceras, calles y plazas de Carballiño.
El edil nacionalista había advertido que 'durante as datas festivas do 25 e 26 de decembro e 1 e 2 de xaneiro non pode haber servizo de recollida de lixo por descanso dos traballadores municipais e porque a planta de transferencias da Mancomunidade está pechada'.Sin embargo, un número importante de particulares, comerciantes y hosteleros hizo caso omiso al cumplimiento de la ordenanza de medio ambiente, que en sus artículos 45 y 46 fija la utilización correcta de los contenedores y la hora y días de depósito.
REPERCUSIÓN
La imagen que ofrecía el casco urbano distaba mucho de una villa turística, con un volumen de basura cercano a las 50 toneladas (50.000 kilos), a la espera de ser retirado por la brigada de limpieza a partir de las 21.00 horas de ayer. 'Non imos permitir que se manteña esta postura incívica por parte de veciños e empresarios, xa que está a perxudicar a todos e repercute negativamente na visión que os nosos visitantes se levan do Carballiño', señaló ayer Bernardo García. Por este motivo el edil de Medio Ambiente anunció que hoy mantendrá una reunión con los responsables de la Policía Local, 'co obxectivo de que os axentes tamén se adiquen a tarefas de vixiancia do cumpremento da normativa naquelas zonas de contedores onde se están a repetir as infraccións'.
El concejal nacionalista considera que 'se hai unha ordenanza, haberá que tomar medidas para que a xente a cumpra, e abrir os expedientes sancionadores que sexan necesarios'. Las normas establecen sanciones de 30 euros como falta leve y hasta 100 y 1.000 euros las que se cometan de manera reiterada, 'coma é o caso dalguns hosteleiros que depositan os domingos bolsas grandes con desperdicios de comidas, e que terán que responder por elo'.
REPERCUSIÓN
La imagen que ofrecía el casco urbano distaba mucho de una villa turística, con un volumen de basura cercano a las 50 toneladas (50.000 kilos), a la espera de ser retirado por la brigada de limpieza a partir de las 21.00 horas de ayer. 'Non imos permitir que se manteña esta postura incívica por parte de veciños e empresarios, xa que está a perxudicar a todos e repercute negativamente na visión que os nosos visitantes se levan do Carballiño', señaló ayer Bernardo García. Por este motivo el edil de Medio Ambiente anunció que hoy mantendrá una reunión con los responsables de la Policía Local, 'co obxectivo de que os axentes tamén se adiquen a tarefas de vixiancia do cumpremento da normativa naquelas zonas de contedores onde se están a repetir as infraccións'.
El concejal nacionalista considera que 'se hai unha ordenanza, haberá que tomar medidas para que a xente a cumpra, e abrir os expedientes sancionadores que sexan necesarios'. Las normas establecen sanciones de 30 euros como falta leve y hasta 100 y 1.000 euros las que se cometan de manera reiterada, 'coma é o caso dalguns hosteleiros que depositan os domingos bolsas grandes con desperdicios de comidas, e que terán que responder por elo'.
