Los ecologistas alertan de que sigue creciendo

El Seprona investiga la causa de un vertido en una ruta histórica de Boborás

El vertido incontrolado crece según transcurren los días.
El grupo ecologista Outeiro denunció ante el Seprona la existencia de un vertedero incontrolado de material de obra, que se formó hace 15 días en el camino histórico que une Brués y Moreiras, en el Concello de Boborás.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil investiga la procedencia del vertedero de material de construcción que se ha originado hace aproximadamente 15 días en el camino real que une las aldeas de Brués y Moreiras, en el Concello de Boborás. La denuncia partió del grupo ecologista Outeiro a raíz de las quejas de los vecinos de ambas localidades, que utilizan este acceso para ir a las fincas y, al mismo tiempo, tenían previsto solicitar su inclusión en las rutas culturales del municipio. Por ese motivo, es un entorno que está siendo estudiado en estos momentos por el Centro de Estudios Chamoso Lamas. Los ecologistas afirman que ‘o camiño ademais de estar documentado na obra de Martín Sarmiento (século XVIII), é ben coñecido por todos os veciños como o camiño real, por onde andiveron os carros dos arrieiros que dende as terras do Ribeiro iban cara a Terra de Montes’. En su trazado, se encuentra la casa de Caldelas de Orcellón (Brués) y un puente medieval, que dirigía a los caminantes a las ferias de Boborás y Castro (Moldes), lugares incluidos en la catalogación arqueológica de la Xunta de Galicia.

La escombrera ocupa una superficie aproximada de 100 metros cuadrados y tras inspeccionarla, los miembros de Outeiro consideran que se utilizaron remolques para el depósito en varias ocasiones de los restos de obra, además de botes de pintura y aceites. Los vecinos del entorno declararon sentirse ‘desanimados, porque non merece a pena limpar os camiños’.

Velocidad en las pistas del rural

‘A limpeza de camiños é necesaria para poder achegarse as leiras, pasear e facer roteiros, pero coa chegada das grandes máquinas os vellos camiños que apenas median dous metros de ancho pasan a catro’, señala Outeiro, refiriéndose a la destrucción de viejos muros y llamando la atención sobre los daños que ocasionan ‘os todos terreos e moteiros de fin de semana que circulan a toda velocidade polas pistas, ademáis dos furtivos que depositan o lixo’.



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