O RIBEIRO

El centro de día de Leiro lleva casi un año de retraso

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photo_camera El nuevo edificio del futuro centro de día ubicado en Leiro.

Su apertura está pendiente de que la compañ ía eléctrica complete el suministro de la energía eléctrica

La apertura del centro de día de Leiro, que dará cobertura a las comarcas de Carballiño y O Ribeiro, acumula un retraso de aproximadamente un año. La tramitación de los permisos para el suministro eléctrico, cuyas instalaciones incluyen un transformador, ha sido el principal motivo, entre otras cosas, porque fue necesaria la modificación del proyecto de ubicación de dicho transformador, previsto en el paseo fluvial del Avia, y que no autorizó la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil por ser zona inundable.

Concluida la tramitación, Gas Natural Fenosa ha iniciado los trabajos que se prolongarán durante un mes. Una vez acabados, el Concello solicitará la autorización definitiva de la Consellería de Política Social para proceder a convocar un concurso público y adjudicar la gestión. El alcalde de Leiro, Francisco José Fernández, confía en que pueda empezar a funcionar entre los meses de septiembre y octubre, prácticamente un año después de las previsiones iniciales que apuntaban a finales de 2016.

La construcción se inició en el 2013, después del informe favorable de la Administración autonómica al anteproyecto remitido por el Concello de Leiro. Ha sido financiada íntegramente por la Consellería de Política Social en cuatro anualidades, ascendiendo el importe total a 1.050.000 euros, y con una capacidad aproximada de 50 plazas.

Este centro vendrá a cubrir en parte la demanda de ambas comarcas en lo que respecta a la atención de los mayores durante el día, teniendo en cuenta que muy pocos concellos disponen de este servicio, ni tan siquiera Ribadavia y Carballiño, exceptuando Carballeda de Avia, Castrelo de Miño y Avión.

El nuevo edificio, revestido de madera, se construyó en una superficie de 3.000 metros cuadrados situada frente al paseo fluvial de Leiro, que fue adquirida con fondos municipales y cedida a la Xunta para ejecutar el proyecto.

La construcción en hormigón ha sido revestida en madera de teca y dispone de amplias cristaleras con vistas al río Avia, reduciendo al mínimo el impacto ambiental en el entorno. 

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