Unos 100 vecinos, a la espera en As Camelias

También en el Casco Histórico hay interés por una nueva fase de ayudas

"En As Camelias, Polvorín y A Carballeira tenemos a alrededor de 100 personas que está esperando la siguiente fase. La gente sabe que se cobra (las ayudas), que se hacen las obras y que queda bien", explica Elsa Borbujo, arquitecta de la oficina que lleva esta área de rehabilitación. "Hay gente a la que le vamos diciendo que, si va a hacer la obra sí o sí, que vaya haciendo el proyecto y pidiendo la licencia y si cuando los tenga se ha abierto el plazo (de petición de subvenciones), entra", añade Borbujo.

También en el Casco Histórico "tenemos gente a la cola", asegura José Manuel Oliver. De hecho, en la fase que se está desarrollando en la actualidad, es la primera vez en la que "han quedado fuera de las ayudas cinco propuestas (edificios) de rehabilitación porque agotamos el presupuesto".


LAS INTERVENCIONES

Entre 2013 y 2015 -ambos incluidos-, el Casco Histórico está inmerso en la fase decimotercera de las ayudas a la rehabilitación, de la que se han beneficiado 15 edificios (más viviendas). La media en el último lustro se viene situando entre las 20 y las 24 viviendas rehabilitadas con este tipo de subvenciones, que no financian la totalidad del presupuesto -la norma establece unos máximos y unos requisitos-. En el caso de la ciudad, el jefe del servicio destaca que "el Concello no pone dinero pero lo adelanta, por lo que la gente está encantada porque sabe cuándo va a cobrar", evitando así posibles retrasos que puedan derivarse de otras instituciones.

Mientras, en el núcleo etnográfico de Seixalbo se han realizado 25 rehabilitaciones integrales entre 2009 y 2013 y concedido unas 130 licencias de obra menor (para cambiar ventanas, cubiertas, etcétera).

No obstante, en la actualidad es el área de As Camelias, O Polvorín y A Carballeira la que acumula un mayor número de intervenciones. A diferencia de lo que ocurre en los barrios históricos, las ayudas en estos barrios son mayoritariamente para "cambiar la bañera por una ducha, instalar un ascensor, cambiar la cubierta o aislar la fachada", explica Elsa Borbujo. Lo que se ve en este ámbito es que "las edificaciones tradicionales aguantan mejor. Mientras que la edad media de los edificios de Seixalbo es de 100 años, estos barrios datan de los años 60".

En la primera fase, fueron 110 las subvenciones concedidas -para 26 edificios, a las que se añaden las destinadas a viviendas individuales-. En la fase actual, que acaba en 2015 -un año después la urbanización-, serán 112 las subvenciones, que se destinarán a obras por valor de 926.289 euros -aunque las ayudas ascienden a 643.000 euros, el resto lo financian los propietarios-.

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