Después de que Fomento y la Xunta firmaran el Pacto do Obradoiro que establecía la llegada de la alta velocidad a Galicia en 2015, el ministerio -del que entonces era titular José Blanco- aceleró los tramos que quedaban pendientes en la conexión con la Meseta: por un lado, el trazado entre Porto y Lubián y, por otro, los 17 kilómetros del acceso a Ourense. Con el cambio de Gobierno a finales de 2011, el nuevo ejecutivo dio continuidad a los trámites efectuados en el primer caso, pero mantiene paralizada la tramitación de la entrada en Ourense, en la que no se ha producido avance alguno en 14 meses.
En concreto, el trazado de acceso a Ourense salió a información pública en septiembre de 2009, y tras un mes de alegaciones y su posterior estudio, en 2010 se inició la Declaración de Impacto Ambiental, permiso que es necesario para proceder a la aprobación definitiva del trazado y, posteriormente, contratar los proyectos de obra. No obstante, con el fin de agilizar los trámites (de cara a cumplir la fecha que entonces se barajaba para el fin de la línea en 2015), Fomento procedió a la contratación de los proyectos de obra ya antes de que se hubiese finalizado la declaración ambiental: de hecho, se contrataron en junio de 2011 con un plazo de elaboración de 12 meses, con lo que deberían estar terminados desde el pasado verano.
Además, la declaración de impacto ambiental del trazado se publicó en el Boletín Oficial del Estado del 10 de diciembre de 2011, lo que permitía dar la aprobación definitiva al trazado. Este trámite tarda habitualmente entre uno y tres meses, pero han transcurrido ya 14 y todavía no se ha efectuado.
De hecho, si se hubiera realizado la aprobación del trazado y teniendo en cuenta que los proyectos ya deberían estar terminados desde hace medio año, las obras podrían estar ya en fase de contratación. Al contrario, el tramo Taboadela-Ourense es el único del acceso a la Meseta en el que no se han iniciado las obras.
Mientras se paralizaban unos trámites, se iniciaban otros que no estaban previstos. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias -organismo dependiente de Fomento que se encarga de la gestión de la línea- contrataba el pasado mes de noviembre un estudio hidrológico y geotécnico del trazado correspondiente a la variante exterior. Adif no ha justificado, por el momento, la necesidad de este contrato, especialmente teniendo en cuenta que en diciembre de 2010 ya se había contratado otro estudio geotécnico para el mismo trazado.
Estación
En lo que respecta a la estación, la situación es parecida. En los últimos meses del Gobierno socialista, Fomento apuraba la contratación del proyecto, que se adjudicó a un equipo encabezado por Norman Foster. No obstante, la ministra de Fomento, Ana Pastor, indicó el pasado verano en una visita a Ourense que estaban estudiando cambios, sin que desde entonces se hayan registrado avances.
Además, la declaración de impacto ambiental del trazado se publicó en el Boletín Oficial del Estado del 10 de diciembre de 2011, lo que permitía dar la aprobación definitiva al trazado. Este trámite tarda habitualmente entre uno y tres meses, pero han transcurrido ya 14 y todavía no se ha efectuado.
De hecho, si se hubiera realizado la aprobación del trazado y teniendo en cuenta que los proyectos ya deberían estar terminados desde hace medio año, las obras podrían estar ya en fase de contratación. Al contrario, el tramo Taboadela-Ourense es el único del acceso a la Meseta en el que no se han iniciado las obras.
Mientras se paralizaban unos trámites, se iniciaban otros que no estaban previstos. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias -organismo dependiente de Fomento que se encarga de la gestión de la línea- contrataba el pasado mes de noviembre un estudio hidrológico y geotécnico del trazado correspondiente a la variante exterior. Adif no ha justificado, por el momento, la necesidad de este contrato, especialmente teniendo en cuenta que en diciembre de 2010 ya se había contratado otro estudio geotécnico para el mismo trazado.
Estación
En lo que respecta a la estación, la situación es parecida. En los últimos meses del Gobierno socialista, Fomento apuraba la contratación del proyecto, que se adjudicó a un equipo encabezado por Norman Foster. No obstante, la ministra de Fomento, Ana Pastor, indicó el pasado verano en una visita a Ourense que estaban estudiando cambios, sin que desde entonces se hayan registrado avances.
