Todos ellos se dedicaban a la venta al menudeo de droga en Ourense y el área metropolitana en 2007
Las dilaciones indebidas que afectaron a todo el proceso penal, iniciado en 2007, y la toxicomanía de cinco de los imputados fueron las dos atenuantes tenidas en cuenta por el teniente fiscal de la Audiencia, Carlos Valenzuela, para rebajar un grado la acusación de tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas -este último delito en un único caso- a 20 de los 21 encausados.
La vista oral para enjuiciarlos, prevista para cuatro días en la Audiencia, apenas duró 15 minutos, los suficientes para que la sala diera cuenta de los hechos que sustentaron su inculpación y que los denunciados se reconocieran culpables tras la rebaja de la penal salvo en el que caso de Concepción D.S.Y. para quien el ministerio fiscal retiró los cargos porque "no queda claro que tuviera conocimiento que en la casa en la que vivía se traficara con hachís ya que se había ido de vacaciones".
En el escrito provisional de acusación, la mayor parte de las penas solicitadas oscilaban entre los seis años y medio de cárcel (para un inculpado en dos delitos) y los dos años y medio, lo que, en caso de haber sido condenados por la Audiencia, hubiera supuesto su encarcelamiento (previsto para penas a partir de dos años ). Ahora bien, la rebaja les supondrá una sentencia con una horquilla entre los 11 (para el que más) y seis meses de cárcel.
Los 20 penados fueron inculpados en relación a una investigación de la Guardia Civil concretada en la actividad desplegada por Marcial G.G., un exempleado de una empresa de mensajería y su esposa, desde su propio domicilio en Tarreirigos (Esgos) o usando la furgoneta de la empresa concretaban cantidades y puntos de venta de cocaína y hachís para consumidores y distribuidores de droga en Ourense y municipios del área metropolitana.
El Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga(EDOA), a través de intervenciones telefónicas a los dos principales sospechosos y seguimientos llegó al resto de la trama, especializada en la venta de droga al menudeo, entre junio y noviembre de 2007.
Las escuchas también permitieron llegar a Marcos L.M., quien pagaba viajes a Ceuta a personas reclutadas por él para que trajesen en su aparato digestivo hachís envasado en cápsulas.
