REPORTAJE

El ourensano Alejandro Conde, rey del cálculo

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photo_camera Alejandro Conde, ayer en el colegio Carmelitas. (ÓSCAR PINAL)

El alumno de 1º de ESO del Carmelitas Alejandro Conde fue el vencedor del concurso de cálculo con ábaco que tuvo lugar el sábado en Mallorca. Único representante ourensano, ya fue tercero el año pasado en Santiago.

Alejandro Conde Pereira es un maestro del cálculo con ábaco. Aunque tenga menos de 13 años. Y es que el alumno del colegio Carmelitas, estudiante de 1º de la ESO, ganó el sábado su categoría en el campeonato nacional, en Mallorca. 300 jovencitos de toda España se presentaron, Alejandro era el único representante ourensano.

El concurso consistía en resolver 70 operaciones de cálculo en 5 minutos. Alejandro llegó hasta los 50. Ganó en su segunda tentativa toda vez que el año pasado participó en Santiago y quedó tercero.

"No esperaba ganar, había muchos niños y sabía que iba a ser difícil. Me pareció complicado. Eran 70 cuestiones, tú tenías que resolver todas las que pudieras en 5 minutos. Llegué hasta 50. No, no sé cuántas hice bien porque te dicen el puesto pero no las que acertaste", relata Alejandro, al que el cálculo le gusta mucho pero todavía no tiene pensado por qué camino derivar su formación. Eso sí, de momento, y además del cálculo, "las lenguas, castellano y gallego, se me dan bien".

Alejandro está ya "dispuesto" a defender título el año que viene. Un título por el que recibió "una camiseta, además de pasar todos un día entero en un parque acuático".

Su expediente es extraordinario, acabará el curso con ocho sobresalientes y dos notables, en inglés e historia. "Es un alumno muy brillante", subraya Antonio Carrera, su tutor y profesor de matemáticas. "Es de los mejores, Claro que estoy orgulloso, es un niño que trabaja mucho. Me gusta que piensen los resultados por aproximación".

Leocadia Pereiro es la madre de Alejandro. "Estamos muy contentos, claro. La verdad es que es un niño muy trabajador y muy responsable, lo que tiene se lo trabaja, se lo gana a pulso".

Quizá a Alejandro la casta que le viene al galgo lo sea por su padre. "Su padre también es bueno en cálculo, yo no, yo soy más de letras. El día antes cogió cada uno una hoja y se pusieron a resolver problemas. El padre hizo 28, Alejandro casi 50. Parece que estaba bien preparado", finaliza Leocadia. 

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