El problema de contaminación por cianobacterias (algas tóxicas) de As Conchas podría derivar en un problema internacional si Fenosa abre las compuertas de la presa antes de solucionar la situación, dejando el agua con agentes tóxicos fluir río abajo hasta llegar a la presa de Lindoso, en la frontera portuguesa.
Tanto la asociación de vecinos como la organización ecologista Adega ya han advertido de esta consecuencia, que se agravaría para los 13.000 habitantes de la cámara municipal de Ponte da Barca, donde existen varias tomas para el abastecimiento de agua potable a la población.
El alcalde del municipio luso, Víctor Mendes, ya manifestó su preocupación tras recibir los resultados de las analíticas facilitados por la asociación de vecinos de As Conchas. Mendes mostró entonces su intención de emitir una queja formal al secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, escudándose en un tratado hispano-luso sobre cuencas internacionales firmado en 1998. Según este texto jurídico, la responsabilidad de mantener la calidad de las aguas se deposita en el Estado donde se sitúe la cabeza del río.
El director del departamento de Genética de la Universidad Complutense, Eduardo Costas, que ha llevado a cabo varios análisis sobre la contaminación de As Conchas, explica que la toxina hallada en las aguas del embalse no se diluye con facilidad.
Por otra parte, Costas cifra en 25 días el tiempo máximo para que las algas comiencen a pudrirse por su exposición al aire. De este modo, recomienda que la concesionaria del embalse, junto a las instituciones públicas competentes, no sigan retrasando la limpieza del pantano porque, sino, la toxicidad de las aguas aumentarán a medida que pasen los días.
El presidente de la asociación de vecinos de As Conchas, Pablo Álvarez,clamó a las autoridades competentes que abandonen su inacción y tomen medidas de inmediato. Desde la asociación ya se están iniciando contactos con abogados especialistas en temas medioambientales para llevar el caso a la Fiscalía.
El alcalde del municipio luso, Víctor Mendes, ya manifestó su preocupación tras recibir los resultados de las analíticas facilitados por la asociación de vecinos de As Conchas. Mendes mostró entonces su intención de emitir una queja formal al secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, escudándose en un tratado hispano-luso sobre cuencas internacionales firmado en 1998. Según este texto jurídico, la responsabilidad de mantener la calidad de las aguas se deposita en el Estado donde se sitúe la cabeza del río.
El director del departamento de Genética de la Universidad Complutense, Eduardo Costas, que ha llevado a cabo varios análisis sobre la contaminación de As Conchas, explica que la toxina hallada en las aguas del embalse no se diluye con facilidad.
Por otra parte, Costas cifra en 25 días el tiempo máximo para que las algas comiencen a pudrirse por su exposición al aire. De este modo, recomienda que la concesionaria del embalse, junto a las instituciones públicas competentes, no sigan retrasando la limpieza del pantano porque, sino, la toxicidad de las aguas aumentarán a medida que pasen los días.
El presidente de la asociación de vecinos de As Conchas, Pablo Álvarez,clamó a las autoridades competentes que abandonen su inacción y tomen medidas de inmediato. Desde la asociación ya se están iniciando contactos con abogados especialistas en temas medioambientales para llevar el caso a la Fiscalía.
