Los animales salvajes y domésticos, sobre todo los que pastan libre por el monte, provocaron 57 accidentes de circulación en las carreteras de la provincia desde que comenzó el 2006. La mayoría de ellos tuvieron como protagonista a un jabalí, pero también se registraron por irrumpir corzos, ovejas, vacas, caballos, burros e incluso un águila, en la calzada. Las reclamaciones por daños, en caso del jabalí y corzos, van dirigidas a los responsables de los cotos de caza o a la Consellería de Medio Ambiente.
El resto a los propietarios de los animales, siempre que estén identificados. El último de los siniestros se produjo a las 21,30 horas del domingo en la carretera C-531, a su paso por A Bola, resultado herida una familia. Cuatro caballos ‘mostrencos’ irrumpieron en la calzada y dos de ellos aún permanecían muertos en la tarde de ayer en el arcén. La Guardia Civil se hizo cargo del que estaba herido y lo trasladaba a una cuadra ‘por si lo reclama alguna persona’, explicaron fuentes de Tráfico.
Los animales, en este caso, carecen de crotales en las orejas y, según la Guardia Civil, no están identificados. Ayer, los agentes buscaban el propietario entre los ganaderos de Verea, A Bola, Rairiz y Celanova. Lo buscaban para que se hiciera cargo del siniestro, el quinto accidente provocado por caballos ‘mostrencos’ en menos de dos años en Celanova. El primero se registró en la noche de fin de año del 2006 en la carretera que enlaza Celanova y Quintela de Leirado, resultando herido grave un conductor de Freixo. A los pocos meses, este mismo vial registraba una colisión más, quedando herida una vecina de Santa Eufemia. Los otros dos se produjeron en la OU-540, O Vieiro, entre Bande y Verea, resultando heridos dos vecinos de Bande.
Sin dueño
En todos los casos, los animales no estaban identificados y los conductores afectados ‘pugnan’ en la Justicia el pago de los daños. La Consellería de Medio Rural no se pronunció ayer sobre la situación en que se encuentran los equinos y los controles sanitarios a que están sometidos.
Pero, curiosamente, en el Juzgado de Celanova se celebró ayer la vista por el primero de los siniestros. ‘Tras chocar con el coche contra la manada, falleció uno de los caballos. Denunció a tres posibles propietarios y los tres acudieron a la vista oral, pero ninguno asegura ser el dueño del caballo’, dijo el conductor afectado, Eric Vispo, quien aún no percibió ninguna compensación por el accidente pese a estar más de un año de baja médica y su coche destrozado.
Otro de los conductores afectados, Xesús Fernández, recopila vídeos y fotografías para demostrar en el Juzgado que los equinos contra los que colisionó pertenecen a un ganadero de Garabelos (Bande). Parte de las pruebas se las cedió un automovilista que se vio envuelto en la misma situación.
