OURENSE, VISTO DE LEJOS

Así nos ve el resto del mundo

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photo_camera Un grupo de turistas disfrutan de una jornada de relajación en las termas de Outariz.

Son las termas o el pulpo, o quizá el vino de la Ribeira Sacra, o los monumentos religiosos. Algo atrae cada año a miles de turistas a Ourense, y hoy los gurús de estos viajes desvelan qué fue lo que les atrajo la primera vez.

Llegan a Ourense de la mano de lo que escribe en su blog un texano, Trevor Huxham. El perfil del turista está cambiando y ahora un buen blog personal puede resultar más influyente que las grandes guías turísticas tradicionales. Huxham, convertido involuntariamente en embajador de Ourense ante sus compatriotas norteamericanos, llegó a España en 2012 para trabajar como Asistente de Lengua y Cultura de Estados Unidos. El trabajo docente le parecía atractivo, pero más sugerente aún le resultaba la posibilidad de tener el turismo español al alcance de su mano.

Mucho antes de llegar aquí, Huxham ya había oído hablar de Ourense, ciudad a la que ha dedicado una completa guía que muchos americanos están utilizando para adentrarse en sus calles y descubrir sus mejores secretos. Todo le gusta: el clima, la gastronomía, los puentes, o la catedral. Pero su verdadera pasión fue desde el principio el turismo termal, una aventura que hoy recomienda con ilusión, tanto en su versión privada como en la pública. Si bien Huxham no presta demasiada atención a las propiedades curativas de los baños termales, no duda en subrayar lo relajante de la experiencia. “Nada más llegar a Galicia me enamoré de Ourense, tan fuera de lo común y tan aislado del flujo turístico masificado, me resultaba muy auténtico”, detalla Huxham.

“Me encanta cruzar el río Miño por sus puentes, tanto por el del Milenio como por el romano, pero mi parte preferida de la ciudad son las aguas termales, toda una vía de escape para la vida cotidiana: si viviera en Ourense iría allí cada semana”, asegura el bloguero, subrayando el creciente potencial económico del turismo termal.

En sus viajes por la provincia, Huxhman dibuja un panorama que perciben muchos visitantes: Ourense es aún un tesoro para los turistas extranjeros; no lo bastante conocido como para estar masificado y resultar desagradable, y con un potencial y belleza tal que, en opinión de este texano, “por momentos parece tierra virgen”. Habla con palabras de enamorado, de gallego de adopción atrapado por la morriña de la distancia. Huxham volverá pronto.

David Hoffmann es uno de los diez mejores videofotógrafos de viajes del mundo según USA Today. Con su proyecto digital David’s Been Here está recorriendo el planeta y hace tiempo que se fijó en este rincón de España. “Mi cuñado es de Asturias y llevaba años diciéndome que Galicia es increíble, que debía visitarla. Finalmente me decidí a pasar ahí dos semanas. Ourense me llamó la atención desde el principio”, confiesa, “soy un apasionado de la historia romana y el puente y las aguas termales fueron lo primero que despertó mi interés. También me contaron que la gastronomía era excelente. Ambas cosas me empujaron a viajar a Ourense por carretera”. Al contrario que muchos de sus compatriotas, no tuvo problemas para situar la provincia ourensana en el mapa de España: “estudié Geografía, eso facilita las cosas”, asegura entre risas.

“Ourense es una hermosa ciudad que aún no ha sido descubierta por muchos de los turistas que visitan España”, razona Hoffman, “mucha gente no lo sabe, pero la ruta termal es una de las mejores del mundo. Y el Puente Romano es uno de los mejor conservados del planeta, visita obligada para todo el que viaje a Galicia”.

También vio satisfecha su curiosidad gastronómica: “comimos en muchos restaurantes de Ourense pero mi favorito fue Galileo, cocina de fusión gallego-italiana del cocinero Morganti, una de las más ricas que he probado en España, y eso que he visitado muchos restaurantes con estrellas Michelín en todo el país”. El bloguero norteamericano tampoco pasa por alto el vino gallego: “¡Me enamoré del Albariño! Ya nunca bebo vino blanco si no es Albariño de las Rías Baixas”, desvela. “Comí pulpo en casi todos los lugares que visité y, para mi sorpresa, cada restaurante da su propio giro a este plato. Además de eso también disfruté con las vieiras, la lubina, las ostras, las xoubas, el rodaballo o las croquestas de langostino”, enumera rememorando sus mejores mesas en Ourense.

Más allá de la comida, el bloguero lanza un reconocimiento al resto de la región: “hay también muchas ciudades históricas que merece la pena visitar en la provincia, mi favorita es Allariz”.

Muchos peregrinos del Camino se sienten atraídos por las termas ourensanas. Y por supuesto, por la Catedral, a la que no pocos visitantes señalan como “la gran olvidada” entre los tesoros del arte religioso del Camino. La leyenda del Santo Cristo al que le crece el pelo, señalada como anécdota de oro en las guías turísticas, compite en popularidad con el pórtico policromado del Paraíso, que definen como “una versión sencilla del Pórtico de la Gloria compostelano”.

Son estos animadores de Internet los que monopolizan las recomendaciones de turismo a Ourense, un perfil diferente al del escritor de viajes tradicional, pero al tiempo, con la independencia y la inmediatez de la que en ocasiones se ven privados los más reputados periodistas de viajes del mundo.

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