Transporte

Así serán los pasos para implantar en 2024 la zona de bajas emisiones en Ourense

La rúa Bedoya, una de las que estarán en la ZBE.
photo_camera La rúa Bedoya, una de las que estarán en la ZBE.
El Concello de Ourense dice no tener capacidad para activar en 2023 la zona de bajas emisiones: ni ordenanza ni proyecto técnico están listos

El Concello de Ourense no aplicará la zona de bajas emisiones (ZBE) este año -como indica la Ley de Cambio Climático y Transición Energética- y posterga al menos hasta 2024 la activación de esta área destinada a limitar la entrada al centro urbano de los coches más contaminantes.  El gobierno local afirma que no está en disposición de ponerse a controlar la entrada de vehículos y asume que la adaptación a la nueva ley “será un proceso longo que, con toda probabilidade, se estenderá durante máis dun ano antes de que chegue a estar plenamente operativo”. 

Desde el Consistorio aseguran estar trabajando en la creación de la ordenanza que regule la ZBE que, como avanzó este periódico, sigue en pañales, al no estar preparada ni la normativa ni el proyecto técnico, pasos previos a licitar la colocación e instalación de estaciones de medición, cámaras de control o señalización. 

El proceso tiene dos partes diferenciadas: por un lado, la elaboración de la ordenanza municipal; por otro, la elaboración del proyecto técnico que defina toda la infraestructura técnica necesaria para ponerla en marcha y la adquisición de la misma.

De momento, pese a haber tenido más de un año para la elaboración del estudio y el proyecto, los deberes no están hechos. Si bien el real decreto que regula los requisitos no se aprobó hasta este pasado 27 de diciembre -no incluye sanciones para los ayuntamientos incumplidores-, se sabía que habría que aplicarlo a partir del 1 de enero de 2023 desde mucho antes, pues lo recogía la Ley de Cambio Climático.

El cronograma para la implantación de la zona de bajas emisiones en Ourense

El Concello se encuentra en plena redacción del proyecto de ordenanza municipal de ZBE. Una vez esté completada, se deberá sacar a información pública para recoger las aportaciones ciudadanas y configurar así el documento, que tendrá que aprobarse de forma inicial en junta de gobierno local y, posteriormente, en el pleno municipal. Una vez aprobada, saldrá de nuevo a exposición pública con un plazo para presentar alegaciones que, una vez resueltas, determinarán el documento de ordenanza definitivo, que volverá a pleno para su aprobación definitiva. 

Después de todo ese engorroso proceso, se debe aprobar la contratación de redacción del proyecto técnico de la ZBE, en el que se concretará la totalidad de la infraestructura que será necesaria adquirir: control de acceso con cámaras dotado con lectura de matrículas, sistemas de medición de calidad del aire y del ruido, señalización, así como el equipamiento hardware y software para procesar y gestionar toda esta información desde el centro de control de tráfico de la Policía Local.

Después de licitar la redacción del proyecto, adjudicarlo y que la empresa encargada lo entregue, el Concello deberá abordar otra licitación para adquirir e instalar los equipos necesarios para el funcionamiento de la ZBE. Es decir, un proceso eterno.

Lo único decidido: las cinco calles que delimitarán la zona de restricción de tráfico

 

Tras adelantar este periódico que las oficinas de Correos en Ourense registraban importantes picos de demanda de distintivos ambientales para vehículos -ante las dudas de la población-, el gobierno local se vio obligado ayer a salir al paso y dejar claro que “non hai ningunha nova restrición á circulación de vehículos na cidade” y reconocer que, pese a ser obligatoria, no la habrá “a curto prazo”, por lo que “non hai obriga de utilizar distintivo ambiental para circular polas rúas da cidade”.

De momento, el Concello solo cuenta con un estudio básico de la ZBE, con el que concurrió a la convocatoria de subvenciones realizada por el Gobierno -convocatoria que todavía no se ha resuelto-.

Lo que sí especifica ese estudio básico elaborado por el Concello es el lugar en el que se implantaría esa Zona de Bajas Emisiones: todas las calles incluidas en el interior de la almendra delimitada por las rúas Progreso,  Galicia (zona Posío), Pena Trevinca, Pardo Bazán y avenida de La Habana (sin incluir a estas cinco calles dentro de la ZBE). 

Esto provocará que la zona afectada sean todas las calles del Casco Vello (ya restringidas en la actualidad), así como el entorno del parque de San Lázaro, como rúa Bedoya o parte de Curros Enríquez, parte de la avenida de Buenos Aires y Valle Inclán, o la rúa Ramón Cabanillas, Juan XXIII y calle Concejo.

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