Durante el mes de agosto, permanecen en exposición pública los proyectos básicos del trazado de alta velocidad entre Lubián y Porto (Vilar de Barrio), uno de los más complejos de la red ferroviaria española, debido a que el tramo se plantea como una sucesión de largos túneles en una zona de gran complejidad orográfica, con pequeños tramos a cielo abierto, sea en superficie o por viaducto. Los datos lo constatan: de los 62,6 kilómetros del recorrido, 53,2 irán bajo tierra (en 12 túneles). Y en los 9,4 kilómetros restantes habrá seis viaductos (de 1,5 kilometros).
La exposición de los proyectos se realiza tras acometer mejoras en el trazado, ya que anteriormente estaba prevista una velocidad de diseño de 220 kilómetros por hora y ahora oscilará entre 300 y 350 kilómetros por hora. No obstante, teniendo en cuenta que las velocidad comercial prevista en la línea será de 23o kilómetros por hora, el trayecto será realizado en 16 minutos.
Las modificaciones al trazado se han traducido en la reducción del número de túneles, pero un aumento de su longitud (inicialmente estaban previstos 42, que sumaban 36 kilómetros) y de viaductos (la previsión anterior era de 27, con seis kilómetros de longitud).
Estos cambios también permitirán dar celeridad a la obra, ya que los siete túneles de más de 3,5 kilómetros serán construidos con tuneladora. Otra ventaja es que se reduce la ejecución de accesos a los puntos de obra, en una zona de gran complejidad orográfica. Además, como la mayoría del trazado va bajo tierra, las incidencias climatológicas durante los duros inviernos de la zona (que reducirían el número de días en que se podría trabajar) serán menores.
El plazo previsto para la puesta en marcha del trayecto es 2015, según ha comprometido el ministro de Fomento, José Blanco. Una fecha muy ajustada, incluso con los avances introducidos en el trazado. A día de hoy, se desconoce cuándo darán inicio las obras, lo que difícilmente será antes de un año (ya que la publicación de los proyectos básicos y la resolución de alegaciones que se presenten durante este mes debe completarse con la elaboración de proyectos constructivos, la licitación de obras, su adjudicación, y las expropiaciones).
A ello se une otro problema: el elevado coste del trazado (2.154 millones de euros) en un momento de restricciones económicas, y que ha llevado a Fomento a estudiar la colaboración público-privada para este trazado.
Las modificaciones al trazado se han traducido en la reducción del número de túneles, pero un aumento de su longitud (inicialmente estaban previstos 42, que sumaban 36 kilómetros) y de viaductos (la previsión anterior era de 27, con seis kilómetros de longitud).
Estos cambios también permitirán dar celeridad a la obra, ya que los siete túneles de más de 3,5 kilómetros serán construidos con tuneladora. Otra ventaja es que se reduce la ejecución de accesos a los puntos de obra, en una zona de gran complejidad orográfica. Además, como la mayoría del trazado va bajo tierra, las incidencias climatológicas durante los duros inviernos de la zona (que reducirían el número de días en que se podría trabajar) serán menores.
El plazo previsto para la puesta en marcha del trayecto es 2015, según ha comprometido el ministro de Fomento, José Blanco. Una fecha muy ajustada, incluso con los avances introducidos en el trazado. A día de hoy, se desconoce cuándo darán inicio las obras, lo que difícilmente será antes de un año (ya que la publicación de los proyectos básicos y la resolución de alegaciones que se presenten durante este mes debe completarse con la elaboración de proyectos constructivos, la licitación de obras, su adjudicación, y las expropiaciones).
A ello se une otro problema: el elevado coste del trazado (2.154 millones de euros) en un momento de restricciones económicas, y que ha llevado a Fomento a estudiar la colaboración público-privada para este trazado.
