La mortandad de más de 17.000 peces en el río Barbaña en 2009 se debió a un mal funcionamiento de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de San Cibrao, una instalación mal dimensionada desde el principio por la Xunta cuando asumió su construcción en 1995, ya que sólo está adaptada a los vertidos domésticos y, sin embargo, ofrece servicio a la zona industrial más importante de la provincia.
Así lo estima el informe de un perito judicial (biólogo) entregado al juez que instruye la querella a instancias de Ríos Limpos por el desastre ecológico que produjo la 'emisión de efluíntes por parte de esta EDAR' al cauce del río Barbaña, un derrame que se produjo durante 11 jornadas -entre el día 24 de junio y el 9 de julio de ese año- y que el documento tilda de 'moi grave'.
Esta prueba pericial, presentada ayer por integrantes de Ríos Limpos, fue solicitada por el propio juzgado para arrojar luz al caso, y desgrana todos los informes técnicos y documentación de la causa (más de 1.000 folios). Recoge que los valores detectados en las muestras de agua recogidas tras el desastre ecológico en las cercanías de la EDAR, contenían valores hasta 'casi 200 veces superiores a los permitidos' en el caso de 'metales pesados altamente tóxicos como el zinc', entre otros.
Asimismo, también precisa que la superficie afectada por el vertido se situó en 5,6125 hectáreas y que, aún en febrero de 2010, 'as mostraxes piscícolas efectuadas indicaban apenas unha lenta recuperación das densidades de especies afectadas'. Además, tras apuntar a la citada estación como origen del vertido, precisa que 'o responsable último del ten que ser algunha industria de San Cibrao ou algún xestor de residuos que verteu aos sumidoiros'.
Desde Ríos Limpos, tras arremeter contra la Fiscalía ourensana, por abrir sólo 'unas diligencias informativas que no llevaron a ninguna parte', reiteraron que tras su querella, 'el juzgado trabaja ya para identificar a los responsables del caso y depurar responsabilidades'.
Esta prueba pericial, presentada ayer por integrantes de Ríos Limpos, fue solicitada por el propio juzgado para arrojar luz al caso, y desgrana todos los informes técnicos y documentación de la causa (más de 1.000 folios). Recoge que los valores detectados en las muestras de agua recogidas tras el desastre ecológico en las cercanías de la EDAR, contenían valores hasta 'casi 200 veces superiores a los permitidos' en el caso de 'metales pesados altamente tóxicos como el zinc', entre otros.
Asimismo, también precisa que la superficie afectada por el vertido se situó en 5,6125 hectáreas y que, aún en febrero de 2010, 'as mostraxes piscícolas efectuadas indicaban apenas unha lenta recuperación das densidades de especies afectadas'. Además, tras apuntar a la citada estación como origen del vertido, precisa que 'o responsable último del ten que ser algunha industria de San Cibrao ou algún xestor de residuos que verteu aos sumidoiros'.
Desde Ríos Limpos, tras arremeter contra la Fiscalía ourensana, por abrir sólo 'unas diligencias informativas que no llevaron a ninguna parte', reiteraron que tras su querella, 'el juzgado trabaja ya para identificar a los responsables del caso y depurar responsabilidades'.
