Cuatro cartas en las que se delata un proceso ilegal

La querella va documentada con cuatro cartas firmadas por Arturo Iglesias. La primera, con fecha del 8 de julio de 1972, en la que el sacerdote se lamenta de que una madre se echara atrás a la hora de querer entregar al niño ("el pajarito se nos ha escapado sin poder meterlo en la jaula del cariño que ustedes le tenían preparado"). En la misma, se queja de la "escasez de agua dulce" en ese momento. A los pocos días, remite otra en la que da cuenta de que recibió un giro: "Nos queda en reserva para cuando aparezca 'agua dulce'". En sus palabras, vuelve a lamentarse de la negativa de la madre a entregar a su pequeño, al que denomina como "marquesazo de primera categoría".

En todas las misivas , da a entender que la madre biológica estaba de acuerdo con dar a su bebé pero el denunciante asegura que no es cierto. Mantiene que su verdadera madre, tras conocerla hace dos años en Ourense, le confesó que, tras parir en 1972, le dijeron que su niño había muerto. En el juzgado de instrucción, cuando declaró como testigo, no entró en detalles y aseguró no recordar lo sucedido hace 42 años.

Su hijo ,el promotor del proceso, se querelló por detención ilegal, falsedad en documento público así como un delito de adopción ilegal.

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