En total fueron 25 mujeres y 23 menores los atendidos el año pasado
La Casa de Acogida de Ourense atendió durante el pasado año a 25 mujeres y 23 menores, lo que supuso un porcentaje de ocupación del 98,9 por ciento. Uno de los datos llamativos de la memoria presentada por las Adoratrices, religiosas encargadas de gestionar esta Casa para las mujeres víctimas de la violencia de género, es la edad de la mayoría de las usuarias, ya que doce de ellas se encuentran entre los 23 y 30 años, lo que viene a subrayar que esta violencia lejos de erradicarse se da cada vez más en personas jóvenes. Los menores atendidos tenían la mayoría entre uno y ocho años.
Las mujeres que necesitan su ingreso en la Casa de Acogida vienen derivadas en su mayoría desde el Centro de Información Municipal a la Mujer de Ourense, de la Guardia Civil y también por iniciativa propia.
Los ingresos de la unidad familiar de la que proceden estas mujeres maltratadas se encuentran, sobre todo, en la franja que va desde los 0 a los 970 euros. La situación económica suele ser también un factor determinante a la hora de evitar que estas mujeres abandonen el hogar familiar.
El motivo de llegar a la Casa de Acogida son los malos tratos físicos y psicológicos, seguido de los psicológicos y las agresiones sexuales. En cuanto al procedimiento judicial en el que las usuarias se encontraban en el momento de ingresar, la mayoría habían efectuado la denuncia, seguidas de las que tenían una orden de alejamiento. Sólo cinco de ellas no habían presentado denuncia, y tres la habían retirado.
Como dato llamativo que se presenta en la memoria, 18 de estas mujeres tenían antecedentes de malos tratos en su familia de origen, ocho también en la del agresor y cinco presentaban y unas diez se vieron abandonaron reiteradamente el domicilio, pero volvieron al hogar antes del ingreso final en la Casa. En cuanto al perfil mayoritario del agresor de estas usuarias es, casi siempre su cónyuge o pareja, con consumo de alcohol o drogas, de procedencia urbana y trabajando. La causa principal de la baja definitiva de estas mujeres es la conseguir una vivienda de alquiler y una prestación económica.
