Los participantes buscaron refugio en polideportivos y carpas por toda la provincia

El chaparrón no frenó la fiesta del vino y la castaña

La mayoría de las asociaciones de vecinos, barrios y concellos de las comarcas de Carballiño y O Ribeiro celebraron ayer la Festa dos Magostos en plena calle o recurriendo a locales oficiales y vecinales. Sin embargo, la fiesta aún no se ha dado por finalizada, puesto que quedan todavía numerosos colectivos y pandillas de amigos que han preferido aplazar la celebración para hoy y mañana, aprovechando el descanso laboral del fin de semana, e incluso para los próximos días 19 y 20 de noviembre.
El Concello de Ribadavia, al igual que muchos otros de ambas comarcas, optó por organizar ayer un magosto e invitar a los vecinos del municipio a participar. Contó para ello con la colaboración de varias bodegas que aportaron el vino, además de disponer de chorizos y 200 kilos de castañas. La música amenizó la velada.

El Concello de Carballiño derivó un año más la organización a los barrios y asociaciones de las distintas localidades del rural. Como contribución a la fiesta adquirió 800 kilos de castañas que reparte de forma gratuita.

Medio centenar de usuarios, familiares y amigos de la Asociación Morea de O Barco compartieron la comida de confraternización a base de empanada, chorizos y varias docenas de kilos de castañas en el albergue de Xagoaza. Mientras, el magosto oficial barquense se desarrolló en horario de tarde y con un cucurucho de castañas y un vaso de vino, en la plaza José Otero de Viloira.

En Celanova, a la espera de la cita parroquial del domingo, 140 vecinos participaron de la fiesta de la calle Celso Emilio Ferreiro. Una cena al aire libre donde no faltaron las castañas, la queimada y el baile con la discoteca móvil.

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