Los nuevos equipos evitarán que cuatrocientos enfermos con tumores tengan que desplazarse a Vigo

El CHOU ultima la unidad de radioterapia para empezar a aplicar tatamientos en junio

El Complexo Hospitalario de Ourense ofrecerá a partir de junio un tratamiento integral contra el cáncer con la incorporación de dos aceleradores lineales en el servicio de Oncología Radioterápica, lo que evitará que más de 350 pacientes tengan que desplazarse al Meixoeiro de Vigo para recibir radiaciones localizadas una media de 25 días. Un proyecto vital para enfermos y familiares, según aseguran los responsables de la unidad, que supuso una inversión de 4,5 millones de euros.
Personal llegado desde San Francisco (EE.UU.), especializado en el montaje de aceleradores lineales de última generación, se emplea a fondo en estos días en las nuevas dependencias del Servicio de Oncología Radioterápica del Complexo Hospitalario ourensano. Un trabajo que no es baladí porque cada uno de ellos pesa 13 toneladas. Este aparataje, dotado de sistemas de imagen muy precisos, permitirá dentro de tres meses cambiar sustancialmente el tratamiento que reciben en esta provincia los enfermos de cáncer.

La radioterapia es uno de los tres pilares fundamentales para atajar esa enfermedad junto a la cirugía y la quimioterapia y hasta ahora Ourense debía recurrir en muchas ocasiones a Vigo para cubrir las carencias del CHOU. ‘Hasta ahora teníamos un pata coja que queda totalmente solventada si tenemos en cuenta que más del 60% de los pacientes van a necesitar en algún momento de su enfermedad radioterapia, un porcentaje que en el horizonte de los próximos 10 años alcanzará el 70%’, asegura la jefa de Oncología Radioterápica, Concepción Victoria.

Esta especialista está exultante. Ella, mejor que nadie, conoce los beneficios que reportará a los enfermos oncológicos recibir en el CHOU un tratamiento que, según insiste, es curativo, máxime cuando cada vez se tiende a cirugías más pequeñas completadas con radioterapia o tratamientos sistémicos (quimioterapia y hormonoterapia). No en vano, recuerda que el pasado año 424 personas tuvieron que desplazarse a Vigo para recibir tratamientos que duran entre cinco y siete semanas.

Su compañero de equipo, Luis López, responsable de Física Médica, también habla de la finalidad curativa de la radioterapia: ‘No es un tratamiento para terminales; no es el final del camino donde la gente acude a bien morir porque en el 60% de los casos se aplica con intención curativa’, dice.

‘Un beneficio social pero también clínico’

El beneficio social de la incorporación de aceleradores lineales en el servicio está lejos de toda duda, pero también reporta ventajas clínicas. Cambios cualitativos revolucionarios. ‘Creo que es un valor añadido para el CHOU porque vamos a tener el servicio más puntero en radioterapia externa en Galicia’, asegura Concepción Victoria. Ello les permitirá entrar en redes de investigación o formación de residentes, lo que es sinónimo de prestigio. Hasta la fecha, el servicio, en marcha desde 1994, utilizaba bomba de cobalto (196 pacientes tratados en 2008), un sistema basado en fuentes naturales que brinda una sola ener gía. Los aceleradores lineales ofrecen una alternativa más completa (energías más variadas y más elevadas) que amplían las prestaciones. De hecho, la responsable del servicio calcula que se superarán los 700 pacientes tratados al año. De hecho, al incorporar esta tecnología hasta se puede revertir el proceso: primero un tratamiento que reduzca el tumor y después valorar la necesidad de la cirugía. Aunque, tal como ilustra Luis López, ‘nosotros también operamos, pero lo hacemos con un ratón de ordenador’.

El siguiente proyecto será incorporar un radioquirófano para realizar braquiterapia.

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