REPORTAJE

La ciencia, pura diversión

Alexandre, José y Fabio, investigadores de la absorbencia de los pañales (XESÚS FARIÑAS)
photo_camera Alexandre, José y Fabio, investigadores de la absorbencia de los pañales (XESÚS FARIÑAS)

Un año más, el Colexio Guillelme Brown celebra su "Expociencia", un evento en el que los estudiantes presentan los resultados de originales y sencillos experimentos que refuerzan sus ganas de aprender. 

Comprobar cómo unos jóvenes de Primaria son capaces de explicar con precisión conceptos tan avanzados como los polímeros o el comportamiento químico de los jabones es un claro indicador de que educar desde la base de forma amena es una fórmula que funciona y que genera una inquietud que es fundamental para hacer frente al fracaso escolar.

Ya han pasado 13 años desde que el Colexio Guillelme Brown puso en marcha por primera vez su "Expociencia", un evento en el que alumnos de entre tres y 14 años desarrollan y presentan unos experimentos científicos en los que llevan trabajando desde comienzo de curso con materiales fáciles de encontrar en cualquier casa o aula de un colegio.

La originalidad y sencillez de estos trabajos prima por encima de su técnica o su relevancia científica. No descubrirán nuevos compuestos ni confirmarán una teoría que creíamos imposible, pero el tesón que derrochan los jóvenes científicos es palpable con sólo echar un vistazo a algunos de los stands desplegados en el pabellón del colegio.



EL PAÑAL MÁS ABSORBENTE

"Las partes del pañal son: el polipropileno, que se obtiene del petróleo; el poliacrilato de sodio, que es un polvo absorbente muy suave; la fibra compuesta, que es un polímero; y el polietileno, que es otro polímero", explican Alexandre, José y Fabio, tres estudiantes de quinto de Primaria que analizaron cinco marcas de pañales para comprobar cuál era la más absorbente a través de la comparación de sus respectivos pesos antes y después de añadirles un determinado volumen de agua. El objetivo de su trabajo, tal y como explicaron, era saber si las marcas de pañales más caras son realmente las más eficaces.



LAS BURBUJAS “IRROMPIBLES"

Lucía y Ainhoa, de sexto de Primaria, realizaron dos análisis. Por un lado, estudiaron el funcionamiento de un objeto tan familiar como desconocido como es el extintor, un utensilio que funciona gracias a la reacción de dos productos, nitrógeno y un agente extintor, que "están separados por un cristal que rompemos al activar la válvula"; el resultado de esta mezcla sale propulsado a través de la boquilla y es capaz de retrasar la expansión del fuego. Por otra banda, las estudiantes crearon las burbujas "irrompibles", que no estallan incluso cuando son perforadas con un objeto punzante y que se generan a través de la combinación "de detergente líquido, agua destilada y glicerina".



LECHE CON COCA-COLA

Celia y Uma, de quinto de Primaria, comprobaron lo que ocurría al mezclar leche con Coca-Cola. "Nuestro objetivo era hacer que las moléculas de la leche le quitasen el color a la cola", explican, planteando la hipótesis de que la leche, al ser blanca, aclararía el color marrón del refresco. Sus resultados fueron completamente distintos a los esperados: al mezclar la molécula de la leche con el ácido fosfórico de la Coca-Cola no se produjo una simple decoloración de la bebida, sino que además se generó una nueva sustancia de mayor densidad que el agua que acabó depositándose en el fondo. "Echamos un 2% de leche, y fuimos comprobando día a día cómo se fueron produciendo los cambios", relataron.



EL “TORNILLO DE ARQUÍMEDES"

El "tornillo de Arquímedes" fue uno de los experimentos más llamativos de la muestra. Construido por todos los alumnos de la clase de quinto, este objeto permite recoger y transportar agua de un recipiente a otro girando una manivela. Lucía y Carla explican que este mecanismo funciona gracias a un tubo enrollado a modo de espiral alrededor de un cilindro largo y estrecho, que gira sobre sí mismo al mover una manivela, haciendo que el agua se desplace desde una gran tinaja a otra situada al otro extremo de este cilindro, sin verter una sola gota.

El director del colegio, José Ramón Díaz, destaca que "Expociencia" "fai mostra de como aplicamos o método científico cos rapaces", de los que alaba "a súa implicación". Según Díaz, desde los tres años, los niños crecen con esta rutina de trabajo que culmina con el desarrollo de esta exposición, por lo que "van perfeccionando o seu traballo conforme pasan os anos". "Algúns deles chegan a ir a Expociencias a nivel nacional e internacional", dice, como sucederá con un grupo de alumnos de catorce años, que participarán en un encuentro similar a nivel nacional que se celebrará en Barcelona la próxima semana.

El día de la "Expociencia" aparece marcado en rojo en los calendarios de estos jóvenes científicos, que derrochan ilusión y ganas de aprender en una actividad que, sin salirse de su función formativa, consigue involucrar desde la más tierna edad en un mundo pocas veces visitado en las aulas.

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