“Ciertos medios han presentado la cara de la iglesia como la institución del no"

Leonardo Lemos, el día de su toma de posesión, el 11 de febrero de 2012 (J.BARROS)
photo_camera Leonardo Lemos, el día de su toma de posesión, el 11 de febrero de 2012 (J.BARROS)

Sin duda, los medios actuales son impresionantes. Se puede estar en Roma, dormir en Ourense y volver a comer a Madrid. El obispo ourensano, Leonardo Lemos Montanet, es fruto de este tiempo y la semana pasada estuvo en la Visita ad Limina en Roma, volvió el viernes por la noche y ya prepara las maletas y su voto para asistir a la importante reunión de la Conferencia Episcopal en Madrid en la que se renovarán prácticamente todos los cargos. Un respiro en su agenda y las ventajas de internet posibilitan esta entrevista a su regreso de la Ciudad Eterna.


Conoce Roma pero esta visita al papa era distinta...

Esta visita y este encuentro con el papa son totalmente diferentes. Creo que no soy yo el que le visito; es decir, no es Leonardo Lemos, sino que a través de mi persona es toda la comunidad diocesana, toda la Iglesia que peregrina en la fe por estas tierras de Ourense.



¿Cuál fue su primera impresión?

Al encontrarme tan cerca con el papa Francisco me he sentido acogido por una persona que me conocía, me sentí querido. Nuestro papa tiene la virtud personal de hacer de cualquier encuentro suyo una lección práctica de ternura. No he percibido nunca la sensación de que estaba delante de un jefe, sino todo lo contrario ¡de un padre que me conoce, me quiere y al que le interesan mis cosas!



Dicen que el Vaticano está cambiando con el papa argentino...

Una cosa es lo que se dice en ciertos medios y otra muy diferente la que se percibe personalmente cuando visitas el Vaticano con sus dicasterios y congregaciones. El cambio está en las personas y, sin ninguna duda, el papa Francisco ha logrado que se produzca un cambio de actitud en las estructuras curiales.



De ese encuentro personal ¿qué fue lo que más le impactó?

Sin ninguna duda, su persona, su cercanía y la ternura de un padre bueno que te mira con cariño.



El papa Bergoglio ha vivido en España. ¿Cree que tiene puntual conocimiento de la realidad actual? ¿Y de Galicia?

Si me atengo a sus comentarios, tengo que decir que el papa sabe mucho de España. Creo que el papa actual no estuvo en Galicia pero me consta que tiene un gran deseo de conocer Santiago. En entrevistas anteriores que tuve la suerte de tener con él, me di cuenta de que sabía muy bien donde estaba Ourense y me recordó esa coplilla popular de "tres cosas tiene Ourense …"



Lleva dos años rigiendo la Diócesis de San Martín y se dice que es muy activo acudiendo a todas partes. ¿Cree que ya la conoce?

Es una Iglesia rica en historia y en vida cristiana; como comprenderá, una Iglesia así no es fácil de ser conocida en dos años. Visité todas las comunidades parroquiales y eclesiales que he podido; siempre que me han invitado o llamado a un acto, si me era posible, fui. Sin embargo, soy consciente de que aún me falta mucho. Hace meses que manifesté a mis colaboradores que quisiera comenzar la visita pastoral a toda la Diócesis; muy pronto comenzarán las confirmaciones, que es mi deseo realizarlas personalmente.



¿Cómo definiría a Ourense? ¿Tiene hoy el mismo concepto que poseía antes de venir a vivir o se ha ratificado en su criterio al respecto?

Evidentemente, no tengo el mismo concepto acerca de esta ciudad, la tercera de Galicia, de esta provincia y, de manera especial, de esta Iglesia particular que peregrina por las nobles y antiquísimas tierras de Ourense; tengo que decirle que mis apreciaciones se han quedado cortas. Nuestros conciudadanos -yo también soy de Ourense- son acogedores y amables, generosos y abiertos; demuestran un interés especial por los eventos culturales y aman su tierra y su valioso patrimonio. Me siento muy acogido por este pueblo, que es el mío, y con la ayuda del Señor quisiera servirlo lo mejor posible.



Si tuviese que presentar, llegado el momento, estas tierras a su sucesor ¿qué le diría?

Siento comunicarle que no me planteo semejante situación.



Este papa se caracteriza por la esperanza y la alegría. ¿Cree que está la Iglesia española a la altura de la otrora llamada “católica España"?

La Iglesia en España está pasando una situación compleja y no es fácil sintetizar en pocas palabras lo que quisiera decir; sin embargo, es una realidad muy rica y diversa, con muchos matices. No es lo mismo lo que se vive ahora en Córdoba o en Cádiz, que lo que se está viviendo en Santiago o en Ourense. La situación de la Iglesia en España es una realidad “poliédrica”; es decir, tiene muchas facetas. Lo que sí es verdad es que nada tiene que ver con aquella “católica España” de la época de mis padres y abuelos. Es verdad que no se respira ese “humus” debido a las fuertes corrientes ideologizadoras que apoyan toda tendencia relativista, secularizadora y, de manera especial, laicista; por otra parte, -y esto se puede comprobar cuando visitamos otros países- ciertos medios se han preocupado de presentar el rostro de la Iglesia en España como la institución del “no” al progreso, a la mujer, a la libertad, a la vivencia del amor. En algunos casos parece que nos toleran en virtud de ese “buenismo” asentado en nuestra convivencia democrática, pero a ser posible mejor que nos callemos, que no hagamos mucho ruido, que no nos hagamos ver, que nos encerremos en nuestros templos. Pero la Iglesia en España está experimentando una revitalización que, sin hacer ruido, se deja sentir de forma positiva en la realidad ciudadana que, a pesar de las dificultades del momento, tanto institucionales como de ciertos poderes fácticos, se percibe en los resultados de algunos sondeos. Los cristianos católicos, practicantes o no, sabemos que lo nuestro es vivir de acuerdo con los criterios de ese Evangelio de la alegría de la que nos habla el papa Francisco y si lo hacemos así, luchando por ser “testigos misioneros”, seremos en nuestra sociedad heraldos de esperanza.



¿Qué necesita su Diócesis?

La respuesta es clara: necesitamos ponernos en misión. Debemos ser una Iglesia misionera. Hace unos meses, en una reunión con un buen grupo de sacerdotes, representantes del clero diocesano y religioso, les propuse para 2014-2015, dentro de la programación pastoral diocesana, el proyecto de “Ourense en misión”. Con mi visita al papa Francisco este proyecto se ha revitalizado todavía más y creo que es lo que necesitamos.



Han estado en Roma reunidos todos los obispos españoles que en los próximos días renovarán los cargos de la Conferencia Episcopal. ¿Cree que ha influido la Visita ad Limina en esas elecciones que se avecinan?

Creo que este año de pontificado del papa Francisco, y sobre todo su exhortación Evangelii gaudium “condicionarán” -positivamente hablando- las determinaciones de los obispos españoles para los próximos años. n

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