Entre las obras históricas que llevan años en el cajón se encuentra el último tramo de la circunvalación este, entre Benposta y la N-525, llamada a completar esta variante que conectaría el tráfico de vehículos entre la OU-536, a la altura de Os Viros, y la A-52, y así descongestionar gran parte del tráfico que atraviesa hoy la ciudad. Desde hace años, están completos los tramos Os Viros-A Granxa; A Granxa-Rairo y Rairo-Benposta, pero desde 2012 todo quedó en el cajón, hasta que la Xunta lo volvió a rescatar hace dos años. En la jornada de hoy, la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, dará un nuevo paso y anunciará avances en la tramitación de este proyecto, ya que Medio Ambiente había condicionado dar el visto bueno a la tramitación ambiental a incorporar sus condiciones a la declaración de impacto ambiental. Asimismo, esta tramitación también necesita informes de la Confederación Hidrográfica y de Patrimonio, al atravesar la Vía da Plata. Las perspectivas son favorables, pero ahora queda redactar el proyecto para, una década después, adjudicarlo y finalizar esta histórica obra. Se trata de solo 1,4 kilómetros que quedaron pendientes para conectar la rotonda de Benposta en la OU-105 con otra que se prevé ejecutar junto a la N-525. El tramo, pese a ser corto, necesitará estructuras como un puente sobre el río Barbaña, dos pasos inferiores, muros de contención y obras de drenaje transversal.
La obra de la circunvalación este, cuya longitud será de 10 kilómetros una vez rematado este último tramo, comenzó a ejecutarse en 1999. El primer tramo (Os Viros-A Granxa) se abrió en 2002 y el segundo (A Granxa-Rairo), en 2006. El tercer tramo (Rairo-Benposta) se estrenó en 2012.