Miles de personas salieron a la calle pese a la intensa lluvia y el frío para presenciar o participar en el espectáculo del Entroido

La ciudad desfila al ritmo de fiesta

La fantasía, el colorido y la alegría inundaron las calles de la ciudad
Hubo momentos en los que llovió y de qué forma. El frío cortaba y no dejaba mucho más remedio que bailar al son de la música para intentar combatirlo. Las condiciones meteorológicas no eran las más propicias para pensar en un disfraz que no fuese el del abrigo y la manta, pero no pareció que a los ourensanos les importase mucho. El desfile de Entroido en la ciudad estaba de cumpleaños y, con lluvia o sin ella, estaba preparado para celebrarlo como se merecía el cuarto de siglo.
Aunque la salida estaba prevista para la seis de la tarde -y cumplió con el horario establecido-, desde un par de horas antes, la fiesta ya se presentía en la zona de As Lagoas. Las comparsas participantes fueron llegando paulatinamente. Algunas lo hicieron en autobús y en otras, sus miembros se iban sumando paso a paso a medida que la hora de salida se acercaba. Cualquiera que fuese su medio de transporte, la animación llegaba con ellos, si bien no fue hasta que comenzaron a acercarse las carrozas que la música anunciaba la fiesta que estaba por venir. Cientos de personas, la mayoría sin disfrazar, se agolpaban en los laterales de las calles por donde transcurrió el desfile para no perderse detalle.
Una a una fueron viendo pasar a los grupos participantes, que superaban los 60, llegados desde diferentes lugares de la provincia y constituidos por asociaciones vecinales, colegios o incluso barrios enteros.
Uno de los grandes triunfadores de este año, en lo que a disfraces se refiere, fue el cuento de 'Alicia en el país de las maravillas', una historia a la que recurrieron tres comparsas, aunque cada una de ellas abordó una cara distinta de ella. El desfile de ayer fue, en cierto modo, algo gastronómico, con un grupo luciendo como Lacasitos y otro como apetitosas gominolas.
En cualquier caso, las modas acaban mandando. El famoso 'Gangnam Style' sonaba con fuerza desde una carroza en la que todos sus miembros semejaban el aspecto del cantante coreano Psy. Y como no, la crisis también quiso asomar en el Entroido en forma de un grupo de zombies que buscaban trabajo. El nivel era de altos vuelos, tal y como anunciaban los pilotos y asistentes que abrían la comitiva.

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