Calor, escasos recursos y vacaciones de los trabajadores han multiplicado el trabajo y prolongado las horas de estancia de enfermos y familiares en el servicio de Urgencias del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, hasta tal punto que si el centro tenía previsto cerrar alrededor de 130 camas y varias plantas hospitalarias debido al tradicional descenso de enfermos durante la época estival, ha tenido que aplazar esas medidas.
Desde el propio CHUO reconocen el aumento de las consultas en Urgencias y de los ingresos, de modo que si lo habitual es que lleguen unas 190 personas diarias, durante la ola de calor y hasta hace sólo dos días se alcanzaron los 250 pacientes urgentes por día. La saturación generó numerosas críticas de familiares de enfermos por las horas de espera y la tardanza de los ingresos y también de los trabajadores sanitarios, en su caso por la falta de medios y recursos.
Las organizaciones sindicales afirman que una buena parte de las camas, que no plantas, quedaron inhabilitadas, lo que provocó un gran colapso en el servicio de Urgencias en los días de más calor. Según Miguel Martínez, de UGT, 89 de esas camas 'están hoy ocupadas' y la planta colchón del Materno Infantil continúa en funcionamiento. En cualquier caso, los colapsos en el servicio surgen por la falta de personal y la de planificación, de modo que, 'aunque desde dirección dicen que están reforzando los turnos, los pacientes esperan cada vez más', explica la delegada de Satse, Asunción Maus.
Aunque el problema pareció aliviarse ayer, el repunte del calor amenaza con devolver Urgencias a la saturación, también porque uno de los médicos de noche, que decidía los ingresos de los pacientes, ha sido trasladado a otro servicio, lo que retarda la gestión de la llamada 'área ingresadora' debido a la demora con la que se adopta el alta o el ingreso del enfermo.
Las organizaciones sindicales afirman que una buena parte de las camas, que no plantas, quedaron inhabilitadas, lo que provocó un gran colapso en el servicio de Urgencias en los días de más calor. Según Miguel Martínez, de UGT, 89 de esas camas 'están hoy ocupadas' y la planta colchón del Materno Infantil continúa en funcionamiento. En cualquier caso, los colapsos en el servicio surgen por la falta de personal y la de planificación, de modo que, 'aunque desde dirección dicen que están reforzando los turnos, los pacientes esperan cada vez más', explica la delegada de Satse, Asunción Maus.
Aunque el problema pareció aliviarse ayer, el repunte del calor amenaza con devolver Urgencias a la saturación, también porque uno de los médicos de noche, que decidía los ingresos de los pacientes, ha sido trasladado a otro servicio, lo que retarda la gestión de la llamada 'área ingresadora' debido a la demora con la que se adopta el alta o el ingreso del enfermo.
